Varias instituciones se interesan por el peregrino del Obradoiro
10 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El teléfono de Zapatones echaba humo ayer por la mañana, pero solo eso, humo. Lo llamaron de muchos sitios para solidarizarse con él. Las teles lo grabaron de paisano y en traje de faena. Pero, como suele decirse, «al cierre de esta edición» el problema seguía siendo suyo. «No me ha llamado nadie de servicios sociales, sí que agradezco el apoyo expresado -Zapatones domina la retórica cuando se sabe escuchado- por el excomisario de Santiago, Enrique León». Y remacha la frase con una muletilla muy suya: «A ver si me entiendes».
Que no lo llamaran desde los servicios sociales municipales no quiere decir que pasen de él. Saben de su problema y están buscando una manera de ayudarle. Juan Carlos Lema es un espíritu libre, y a los espíritus libres, aunque tengan todas las enfermedades y todos los problemas que tiene Zapatones, hay que ayudarlos con delicadeza.
«Lo primero es que él quiera salir de la situación en la que se encuentra», dicen desde Cáritas Diocesana. Porque Zapatones necesita, antes de nada, tratar un problema grave que consume sus pocos recursos y que, sobre todo, lo consume a él.
Esta institución dice que podría tratar de buscarle alojamiento en uno de los centros que gestionan, pero ninguno está en Santiago. Pero, antes de eso, insisten, el propio Juan Carlos debería estar dispuesto a dar un paso de gigante para cambiar. En la misma línea se pronuncia el director de Proxecto Home, Ramón Gómez Crespo, que ya hace dos años intentó, sin éxito, echarle una mano. «Ten que querer, se non quere non temos nada que facer», dice. Considera también que lo ideal para un caso como el suyo sería una residencia a tiempo completo. Hay una fundación en Arzúa y Boqueixón que tiene sendas instalaciones que podrían ser las adecuadas. «Pero ten que querer», vuelve a insistir Gómez Crespo.
Fuentes municipales señalaron que el Concello de Santiago se asegurará de que cobra la risga y de ayudarle en lo que esté en su mano. Mientras, el hombre enfermo es cada vez menos un icono jacobeo.
«No quiero dinero, solo luchar por mi dignidad, que no me echen como a una rata»
Juan Carlos Lema
«O primeiro é que el queira saír do problema. Se quere, hai xeitos de axudalo»
Ramón Gómez Crespo