Los prematuros dependen las 24 horas del personal de enfermería

La Voz

GALICIA

26 jul 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

«Estoy tan habituada a las criaturas de 700 u 800 gramos que a veces, cuando cojo en brazos un hijo de alguna amiga que pesa 3 kilos me parece enorme», afirma Isabel Crego, enfermera con 9 años de experiencia en la unidad de neonatos de Santiago. «Trabajar aquí no tiene nada que ver con el resto del hospital, la experiencia es muy importante, y cuando viene a trabajar alguien que no la tiene -reseña- trastorna mucho. La práctica te permite anticiparte y prevenir situaciones graves».

La tecnología es complicada, se requiere una atención constante a las criaturas y a sus familias, «que suelen estar muy inquietas al principio por el desconocimiento de lo que pueda pasar, pero que al ver cómo evoluciona su hijo convierten la experiencia en buena. Muchas mantienen contacto con nosotros, nos envían fotografías para que veamos cómo crece aquella criatura que pesaba tan poco, cómo se desarrolla bien», agrega. Los más pequeños ingresan en la uci neonatal, y después en cuidados intermedios, hasta el alta. Algunos permanecen hasta tres meses en neonatos, indica. Cada día, 15 enfermeras y 10 auxiliares cubren los turnos de mañana, tarde y noche. Las familias pueden visitar a las 13, 16 y 20 horas, en períodos de media hora, aunque a veces, según la gravedad, se prolonga ese tiempo. Las madres disponen de lo que necesiten para dar pecho.

La criatura más pequeña a la que asistió Isabel tenía menos de 25 semanas de gestación y pesaba poco más de medio kilo «y afortunadamente salió adelante; los de 700-800 gramos son incontables». La enfermera cree que son un colectivo profesional «poco reconocido. Estos neonatos dependen las 24 horas de nosotros para su supervivencia, tenemos una labor fundamental, y muchas veces no se ve», sostiene.

La reciente tragedia en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid impactó en el colectivo de enfermería de neonatología de Santiago: «Nos ha parecido muy mal, no solo lo que pasó sino cómo se ha tratado. En todas las profesiones son posibles las equivocaciones. Por eso es importante que se valore la experiencia, y que haya más especialización», insiste esta profesional.