Uno de los imputados atribuye el crimen de Aranga a dos matrimonios

A. Mahía / J. M. Sande

GALICIA

02 may 2009 . Actualizado a las 19:02 h.

El Nocillas sigue en sus trece: «Keko fue el que los mató». Por este dulce mote es conocido Alberto S., el miembro de la banda de asaltantes que desde un primer momento no tuvo reparo alguno en atribuir el doble crimen a su compinche José Ramón Blanco Vila, alias Keko . Volvió a explicar que un día este le confesó que en noviembre había disparado contra los vecinos de Muros Manuel Ramón Luces, Mon , y Javier Toledo Ferrer, Arroces , en su casa de Aranga. La mujer de Keko ha sido detenida por su presunta relación con el caso. Alberto también testificó que luego, por otras conversaciones entre miembros de la cuadrilla, pudo saber que el matrimonio formado por Toni y Mónica pudo haber participado en el descuartizamiento y traslado de los cuerpos a la casa abandonada de Culleredo; si bien reconoció que este extremo no lo tiene muy claro. Nocillas delató a Keko el día en que lo detuvieron, luego ante la jueza de guardia y ayer, cuando fue el único que quiso declarar ante la titular del Juzgado de Muros: «No me quiero comer dos muertes con las que no tengo nada que ver». El resto de los imputados guardaron silencio porque así se lo aconsejaron sus abogados. Optaron por acogerse al derecho a no declarar después de que la jueza les prohibiese entrevistarse con sus letrados antes y después de llamarlos al despacho. La medida impidió que Blanco Vila hablase por primera vez e inculpase a otras personas en el doble crimen, tal y como tenía previsto. Lo hará la próxima semana, asistido por su letrado, Jesús Lamelas, en el Juzgado de Betanzos, después de que la magistrada de Muros se inhibiese en favor de ese partido judicial. Lo que sí hizo la jueza ayer fue ratificar la prisión de los ocho imputados que viajaron a Muros. Alberto S., al igual que la que fue su novia hasta hace dos o tres semanas, la arteixana Belén F.?P., reconocieron siempre que pertenecían a la banda que asaltó varios chalés y alguna nave de la zona de los alrededores de A Coruña. No solo eso. También llegaron a realizar en dos ocasiones lo que se conoce como el timo del chileno, que se basa en contactar con un traficante, ofrecerle un kilo de cocaína y, al recibir el dinero, entregarle un paquete con un kilo de arroz en su interior. Eso sí, tanto Alberto como Belén declararon que solo participaron en algunos de los golpes, pues la mayoría los protagonizó Keko junto a otros miembros de la banda, como Toni, Mónica, Hernán o Lina. El Nocillas comenzó en los últimos meses a sentir miedo de Keko. Le llegó a decir a su novia que, si algo le pasaba, lo denunciase ante la Guardia Civil. Respecto a Toni y a Mónica, Belén declaró ante la Guardia Civil que, tras el crimen, Keko los llamó pidiéndoles ayuda para deshacerse de los cuerpos.