El «secuestro» de ayer en el centro de A Coruña resultó ser una broma

La Voz

GALICIA

Varios testigos vieron cómo tres pistoleros encapuchados metían a un hombre en un coche

30 may 2008 . Actualizado a las 15:07 h.

La Policía Nacional desplegó en la tarde de ayer una operación jaula en la ciudad tras recibir el aviso de un secuestro en pleno centro urbano de A Coruña, a la altura del número 8 de la calle Nicaragua, en la zona de Juan Flórez. Según fuentes policiales, ya de madrugada, el secuestro solo fue una broma entre amigos.

Según el testimonio de varias personas, a las seis y media de la tarde tres hombres corpulentos salieron de un Volkswagen Golf de color azul claro estacionado en doble fila, empuñando una pistola y una escopeta, se pusieron unas medias en la cabeza y rodearon a un individuo que salía de un portal. Acto seguido, le pusieron una bolsa de plástico en la cabeza y lo introdujeron en el coche. Las puertas del vehículo permanecieron abiertas en todo momento.

Los secuestradores huyeron de la zona en el turismo a toda velocidad. En cuanto se recibió la alerta se controlaron las salidas de la ciudad. Al mismo tiempo, la policía puso en conocimiento de la situación a los mandos de la Policía Local y de la Guardia Civil, que desplegaron patrullas por toda la ciudad y la comarca. También fue informada de los hechos la unidad de emergencias del 061.

A medida que iban pasando las horas, los equipos de investigación que trabajaban sobre el suceso comenzaron a sopesar la posibilidad de que se tratase de una broma enmarcada en una despedida de soltero. Además, esa era la versión de uno de los tres testigos que prestaron declaración ante la policía. Los otros dos, no obstante, afirmaron que les pareció un secuestro real.

Con todo, la alarma se desató de inmediato, pues la zona donde se desarrolló el secuestro tiene un elevado nivel de renta, lo que hizo pensar en un primer momento que se trataba de un rapto para pedir un rescate.

«De plástico»

Algunos testigos declararon que uno de los hombres portaba una pistola, otro una escopeta o ametralladora y el tercero, que conducía el vehículo, una bolsa de plástico. Al parecer, y para hacer más creíble el montaje, los autores esperaron media hora sentados en el interior del vehículo, lo que despertó las sospechas de algunos viandantes. Un testigo manifestó que, en su opinión, las armas «parecían de plástico», por lo que consideró que se trataba de una broma entre amigos. Abundaba en esta impresión la declaración del testigo que dijo que los secuestradores llegaron a hablar con su víctima, y que esta no parecía preocupada. Además, los agentes de la Policía Judicial comprobaron que no existía ningún coche con la matrícula que aportaron los testigos de los hechos.

Hasta que fue asentándose la versión de que todo era una broma, a primera hora de la madrugada, la Policía Nacional continuó controlando la zona y comprobando si se presentaba alguna denuncia por la desaparición de alguna persona y agentes de paisano recorrían las calles céntricas buscando filmaciones realizadas por las cámaras de seguridad de varios negocios de los alrededores.