El PP perdería hoy la mayoría absoluta en el Parlamento por dos escaños

La Voz LA VOZ | REDACCIÓN

GALICIA

Fraga cedería cinco diputados, mientras Touriño, que sería el presidente, ganaría siete y Quintana bajaría dos Hay un 36% de indecisos y se espera una muy alta participación, según Sondaxe.

20 may 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

?anuel Fraga perdería la mayoría absoluta en el Parlamento gallego si las elecciones se celebrasen hoy. Sufriría un acusado retroceso respecto al 2001 y tendría serias dificultades para que el voto emigrante le permitiera ser reelegido. La macroencuesta de Sondaxe para los comicios del 19 de junio revela que el socialista Emilio Pérez Touriño estaría cerca de convertirse en el próximo presidente de la Xunta, al frente de una coalición con el BNG. No obstante, sólo el 50,9% del censo ha decidido ya el sentido de su voto. Los nacionalistas mantendrían el tipo, con un descenso de dos puntos porcentuales y otros tantos en escaños respecto al 2001, mientras que los socialistas sumarían diez puntos y siete diputados. Los 24 asientos en el Parlamento del PSOE y los 15 del BNG les proporcionarían una clara mayoría absoluta, con 39 escaños, uno más de los necesarios para que Emilio Pérez Touriño sea presidente y Anxo Quintana, vicepresidente. Pontevedra, la clave El PP, siempre según los pronósticos realizados por Sondaxe sobre los votantes residentes en Galicia, obtendría un 44,7% de los votos, casi los mismos que logró Fraga en 1989. En aquella ocasión la dispersión de sus rivales en cinco candidaturas le permitió hacerse con la mayoría absoluta. Pero ahora, solo frente a BNG y PSOE, el sistema electoral no lo salvaría. La clave de la pérdida de la mayoría absoluta se localizaría en la provincia de Pontevedra, en la que el PP cedería a los socialistas tres escaños que, sumados a los que perdería en Lugo y A Coruña, le haría bajar de 41 diputados a 36. Los populares saldrían indemnes de Ourense, circunscripción en la que, como en Lugo, seguirían por encima del 50% de los votos. En las provincias atlánticas no llegarían ni al 44%. Se trataría de un vuelco histórico, pues el PP tendría su peor resultado en escaños desde 1985 y el centro derecha se vería privado por primera vez de la mayoría absoluta. Mientras, el PSOE se acercaría a su mejor marca, la de 1989, y el Bloque, a pesar de bajar de nuevo, lograría conservar más del 20% de los sufragios. Este escenario favorable para el centro-izquierda se explicaría por una participación muy elevada, la más alta de la historia autonómica, el 77% del censo, similar a la registrada en las generales del año pasado. Pero a cinco semanas de la fecha de las elecciones, hay un 36% de indecisos y un 7% que no revela sus intenciones, si bien se percibe en la sociedad un anhelo de cambio.