Batacazo de Ibarretxe, que depende de López

TOMÁS GARCÍA LA VOZ EN VITORIA

GALICIA

Los nacionalistas se quedan a nueve diputados de la mayoría y el tripartito suma menos escaños que PSE-PP El sustituto de Batasuna obtuvo 150.000 votos y subió dos diputados.

17 abr 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

Juan José Ibarretxe dependerá de Patxi López para continuar como lendakari cuatro años más tras el castigo inflingido por el electorado vasco en la jornada de ayer. La coalición nacionalista formada por el PNV y Eusko Alkartasuna se quedó a nueve diputados de la esperada mayoría absoluta, al obtener 29 escaños, cuatro menos que en el año 2001. Ni siquiera el previsible apoyo en el Gobierno de la Ezker Batua de Javier Madrazo, que se quedó en los mismos tres diputados que hace cuatro años, y el hipotético respaldo de la Aralar de Patxi Zabaleta -un escaño- garantiza la investidura del candidato nacionalista. El único escenario mediante el cual Ibarretxe podría prescindir de una formación constitucionalista para gobernar sería con los votos del Partido Comunista de las Tierras Vascas, la polémica formación de nuevo cuño que recogió e incluso incrementó los votos de Batasuna. Otra hipótesis de Gobierno sería un pacto entre Patxi López y el Partido Popular de María San Gil, que obtuvieron conjuntamente dos votos más que los partidos del tripartito. Esa diferencia, además, no podrá ser compensada por el escaño de ralar, la escisión de Batasuna. No obstante, ese escenario es improbable, por cuanto el candidato socialista ha negado durante toda la campaña su intención de acceder a un Ejecutivo frentista con los populares. El resultado del recuento supone un frenazo en seco del plan Ibarretxe y las aspiraciones soberanistas del PNV, el programa electoral de facto con el que los nacionalistas iban a las urnas, y abre un escenario en el que el nuevo estatuto vasco deberá contar con el consenso de todas las fuerzas políticas. El partido que salió mejor parado de la cita electoral fue sin duda el PSE de López, que tras cambiar la estrategia de seguidismo al PP llevada a cabo por su antecesor, Nicolás Redondo Terreros, logró subir de 13 a 18 diputados respecto al 2001. El batacazo de PNV-EA, cuatro escaños menos, es sólo equiparable al del PP de María San Gil, aunque los populares salieron mejor parados si cabe de lo que auguraban algunas encuestas (obtuvieron 15 diputados, cuatro menos de los obtenidos hace cuatro años por Jaime Mayor Oreja). Tampoco la franquicia vasca de Izquierda Unida consiguió un buen resultado. Los tres escaños obtenidos suponen el peor escenario otorgado por todas las encuestas, que auguraban un fulgurante ascenso de la formación de Javier Madrazo. El otro gran vencedor de la noche fue, sin duda, el mundo radical, que obtuvo más de 150.000 votos. Batasuna llevaba cuatro años sin presentarse a unos comicios, y desde las elecciones municipales del 2003 se había conformado durante todas las citas a las urnas con contabilizar el voto nulo. Ayer, el electorado aberzale participó en masa -Guipúzcoa, principal feudo de la formación de Otegi, fue la provincia con un menor índice de abstención- y restó varios miles de votos a la lista de Ibarretxe, que pagó cara su postura titubeante tras la aparición de la candidatura que sustituyó a Aukera Gustiak. La participación fue del 68,6%, muy inferior al 78,97% de hace cuatro años. Se trata de la abstención más elevada de las últimas citas, incluso superior a la de 1998, en la que participó el 69,9%. En términos absolutos, el PNV obtuvo 145.000 votos menos que en las autonómicas anteriores, lo que supone una pérdida de cuatro puntos porcentuales y la incapacidad de superar la barrera del medio millón de votantes. Por su parte, los socialistas subieron cinco puntos, con el respaldo de 16.000 ciudadanos más que hace cuatro años. La coalición PNV-EA fue la fuerza más votadas en las tres circuscripciones, siendo Guipúzcoa, la provincia en las que el PCTV obtuvo su gran botín de votos, el lugar en el que el descenso peneuvista -casi seis puntos-, explica mejor el batacazo electoral. Los datos oficiales fueron facilitados en la sede del Gobierno vasco por el consejero de Interior, Javier Balza, que, a diferencia de hace cuatro años, no estuvo acompañado por Ibarretxe. El lendakari permaneció toda la noche en su residencia de Ajuria Enea y poco después de conocerse los resultados oficiales, en torno a las diez de la noche, se desplazó al edificio de la antigua azucarera de Vitoria, donde se celebró la fiesta electoral de la coalición nacionalista. Por la Lehendakaritza , pues, apenas se pudo ver a los consejeros Ángeles Iztueta e Idoia Zenarruzabeitia, que acompañaron a Balza en una recepción presidida por las caras largas. También se acercó al lugar el ex presidente del PNV Xabier Arzalluz, quien arremetió contra el Gobierno de Zapatero y aseguró conformarse con cualquier resultado que superase en un solo escaño a una ficticia coalición PSE-PP. El único escenario que podría dar un vuelco a los resultados de anoche, sería la hipotética ilegalización del PCTV en caso de que la Fiscalía encontrase pruebas concluyentes de su vinculación con la ilegalicada Batasuna. De producirse antes de la toma de posesión de escaños provocaría un redistribución de los escaños entre las restantes formaciones y una maraña legal de consecuencias desconocidas.