El actor Robert Blake, de 71 años, es declarado inocente en el juicio por el asesinato de su esposa, Bonny Lee Blakeys, muerta de un disparo en el interior de un coche
17 mar 2005 . Actualizado a las 06:00 h.«No cometas el crimen si no soportas la cárcel». La frase, que popularizó el mismo Robert Blake en su papel del detective italiano «Baretta», podía haber sido el epitafio del actor de haber sido condenado a cadena perpetua por el asesinato de su esposa Bonny Lee Blakeys. Pero en Hollywood pocas veces la película termina mal. La sentencia salía en directo en todos los medios estadounidenses: inocente de asesinato. Tras nueve días de angustia en los que el jurado deliberó, el detective televisivo salía libre de cargos. A sus 71 años Blake se emocionó como un adolescente, con las manos en la cara y visiblemente tembloroso, cuando el juez leía el dictamen del jurado. Los 12 miembros sentados en la tribuna mostraron unanimidad en que no fue él quien disparó la pistola de la Segunda Guerra Mundial que segó la vida de Bonny Lee. Sin embargo, no consiguieron llegar a un acuerdo, por un 11 contra 1, respecto a si el actor había intentado contratar los servicios de otras personas para que acabaran con la vida de su esposa. Lo único que argumentaron es que consideraban «endebles los testimonios en contra del actor». La historia comenzaba cuatro años antes y tenía todos los ingredientes de una teleserie B. Bonny Lee Bakleys, esposa de Blake, aparecía muerta de un disparo en el interior de un coche minutos después de haber cenado con el actor en un restaurante. Tras unas investigaciones preliminares aparecieron dos testigos, ambos dobles profesionales de Hollywood, que contaron a la policía cómo Blake había tratado de contratarlos para que se deshicieran de su mujer. Según la acusación, en su propósito por asesinar a Bonny Lee el actor primero intentó contratar a un sicario y al no encontrar a ninguno decidió apretar él mismo el gatillo. La Fiscalía argumentó en el juicio que el artista quería matar a su mujer para conseguir la custodia de la niña de cuatro años que ambos tenían en común. La pareja sólo llevaba casada seis meses. Un matrimonio al que el actor se vio forzado después de comprobar, mediante unas pruebas de ADN, que él era el padre de la niña. Sin embargo, los dobles, principales testigos de la acusación, eran personas con problemas de drogas y ambos diagnosticados como mentalmente desequilibrados. Este punto fue, según la sentencia del jurado, lo que determinó el veredicto por encima de otros factores como el estrellato de Blake o el turbulento pasado de la mujer. Bonny Lee, de 44 años, era una vieja conocida en Hollywood. Desde hacía tiempo se dedicaba a seducir a cualquiera que oliera a famoso para luego extorsionarlo con fotografías pornográficas. Blake, que siempre se declaró inocente, afirmó que cualquiera de sus antiguos amantes podían haberla matado. A pesar de la sentencia, «Baretta» todavía no respira tranquilo ya que se debe enfrentar a un nuevo juicio civil en julio.