El ex campeón de la NBA se impone a Severiano Ballesteros en una partida jugada en el campo valenciano de El Saler en la que ambos apostaron 45 euros
29 oct 2004 . Actualizado a las 07:00 h.Duelo al sol en el parador del Saler. Dos deportistas míticos miden sus fuerzas sobre el cuidado campo de golf valenciano. Uno de ellos parte con ventaja: Severiano Ballesteros, leyenda del golf, dos veces ganador del Masters de Augusta, tres del Open Británico, cinco del mundial Match-Play... Junto a él, Michael Jordan, ganador seis veces de la NBA y posiblemente el mejor jugador de baloncesto de todos los tiempos. Aparentemente, la apuesta está clara. Pero Jordan ha demostrado a lo largo de su vida dos cosas: que es un deportista muy versátil (abandonó el baloncesto, jugó al béisbol durante una temporada, para volver luego a la cancha de básket y recuperar su trono) y que es un ganador nato. Pero ¿qué hacía Michael Jordan jugando con Seve en Valencia? En realidad, el jugador norteamericano se desplazó a España con la intención de asistir este fin de semana al Gran Premio de Motociclismo que se disputa en el circuito Ricardo Tormo. Y no vino solo. El ex campeón se desplazó con un grupo de amigos, entre los que se encontraba otro grande de la NBA, Charles Oakley, que, por cierto, también jugó ayer al golf en El Saler. La comitiva llegó el jueves a Valencia y, entre las actividades previstas para matar el tiempo, Jordan, que es un gran aficionado al golf, concertó una partida con Ballesteros, con quien ya había jugado en otras dos ocasiones en Estados Unidos. Sin embargo, lo que no esperaba el campeón español era que Jordan le pasara por encima en el particular duelo que libraron los dos en El Saler. Tanto es así que aceptó una apuesta con su rival. 45 euros, que fueron a parar al bolsillo de Jordan quien, al fin y al cabo, es un gran aficionado a las apuestas que ya le han reportado más de un dolor de cabeza. Pero ayer no fue el caso. Jordan, que jugó con Ballesteros en la modalidad match-play , llegó al último hoyo con dos puntos de ventaja y se embolsó con gran placer los 45 euros pactados. Probablemente, ese dinero no sirvió ni para pagar los puros que el estadounidense se fumó durante el encuentro, pero no es menos cierto que el valor de ganarle una apuesta al mismísimo Severiano Ballesteros en un campo de golf, tiene una importancia más intangible que el valor dinerario de la apuesta. Un tío feliz «El partido ha ido mal, porque encima de que le he divertido, el tío me ha ganado 45 euros. Ha jugado muy bien, ha comentado que el campo es muy bueno y muy bonito, algo que todos sabíamos». Son palabras, obviamente, de Ballesteros, que encima tuvo que añadir, ante las preguntas de los periodistas, más detalles sobre su contrincante: «Me ha comentado que le gusta mucho la comida. Anoche cenó en un restaurante, se lo pasó muy bien y está encantado. Ha jugado con unos amigos, se ha fumado dos puros y, nada, es un tío feliz». De todos modos, la caballerosidad de Seve quedó de manifiesto cuando confirmó que Jordan «no sólo es un gran deportista, sino que también es muy buena persona y amable con todo el mundo». El ex jugador de baloncesto finalizará su visita con la asistencia al gran premio de motociclismo, deporte del que también es un apasionado. De hecho, Jordan financia un equipo de superbikes, aunque no se ha metido en el mundial. Y, para los pilotos, casi mejor que no lo haga. Es capaz de ganar el campeonato.