Un puente hacia la reconciliación

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GALICIA

NIKOLA SOLIC / DANILO KRSATNOVIC

El mundo a los cuatro vientos La reconstrucción del viaducto de Mostar, destruido hace once años en la guerra de Bosnia, abre la esperanza para la concordia entre musulmanes y croatas

23 jul 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

El río Neretva ha dejado de dividir Mostar. Once años después de que la artillería bosniocroata redujese a escombros seis siglos de historia, el puente antiguo que unía la ciudad, el Stari Most, renació de sus cenizas para convertirse en el símbolo de la esperada unidad entre las comunidades de las dos orillas: la bosnia y la croata. El acto de inauguración de la réplica del viaducto, que congregó ayer a más de cien personalidades mundiales, ,incluido el príncipe Carlos de Inglaterra, representa, al menos, la primera piedra de la ansiada concordia entre dos pueblos que protagonizaron uno de los episodios más sangrientos de las sucesivas guerras de los Balcanes. «Creo que es un nuevo comienzo, y esto es lo que los ciudadanos también me han dicho. Se puede sentir un ambiente especial por todas las partes», explicó un eufórico alcalde de Mostar, el musulmán Hamdija Jahic. «Mi corazón está lleno de júbilo», corroboró un vecino croata, mientras que un taxista, que después de la guerra regresó a la parte occidental de la ciudad, de la que había sido expulsado, fue aún más explícito: «Es como si estuviéramos naciendo otra vez. Mostar ha resurgido». Las heridas, sin embargo, no han cicatrizado del todo. Si el nuevo puente posibilitará el intercambio entre las dos etnias, queda por cimentar la relación real entre ellas. «Todavía no se ha conseguido la construcción entre las gentes y las comunidades», señaló el director general de la Unesco, el japonés Koichiro Matsuura. Un ejempo de que todavía se mantienen los resquemores lo supone el hecho de que en el acto de inauguración del nuevo puente se desplegaron enormes medidas de seguridad. Más de 1.700 policías bosnios, apoyados por la fuerza SFOR de la OTAN, participaron en el operativo. La culpa de la UE Entre los asistentes se encontraba el comisario europeo de Asuntos Exteriores, Chris Patten, quien abogó por que Bosnia atraviese «el otro puente hacia Europa». Patten destacó que «la Unión Europea no puede eludir su parte de culpa» por lo que sucedió en la guerra de Bosnia. «Teníamos que haber hecho más y más pronto», agregó. El viaducto es una réplica exacta del célebre Puente Viejo, que estaba incluido en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, cuyos expertos se encargaron de supervisar minuciosamente los trabajos de reconstrucción, por valor de 12,5 millones de euros. El puente original fue erigido en honor de Solimán el Magnífico en 1556, durante la dominación otomana de los Balcanes. La construcción resistió hasta que fue bombardeada en el año 1993.