Donald se afrancesa a los 70

La Voz

GALICIA

CLARENCE NASH

El mundo a los cuatro vientos Disney traslada a París la fiesta de cumpleaños del famoso palmípedo al que la compañía homenajeará con el lanzamiento de su película número 133

09 jun 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

Aunque 70 años son muchos, el pato más famoso de los dibujos animados no tiene la menor intención de jubilarse. Casi olvidado durante años por el cine, Donald será uno de Los Tres Mosqueteros, junto a Mickey y Goofy, en la nueva producción que Disney prepara para las navidades. Los estudios apuestan nuevamente por la literatura francesa y de hecho ha sido el parque de París el único que ha celebrado su cumpleaños con fiesta y tarta incluida. Poniendo el acento en su carácter bromista y dejando al margen su talante cascarrabias, Donald sopló ayer las velas del pastel sintético que le habían preparado sus amigos, que se presentaron vestidos de cocineros. Después de que los muñecos y los visitantes del parque entonaran por tercera vez el Cumpleaños feliz, Donald llegó en coche de bomberos, «regando» con confeti a los congregados para la fiesta. Luego, en la zona del parque dedicada al cine, dejó sus huellas en cemento fresco para acompañar en el Paseo de las Estrellas a otros famosos de carne y hueso como Bruce Willis y Sharon Stone. A su lado estuvieron Mickey y dos chicas estupendas que saltan al cine desde la Operación Triunfo francesa. Una «vida» en la brecha Donald sigue en plena forma, aunque su fama se haya visto un tanto oscurecida en los últimos años. No participaba en una película desde Fantasía 2000 , y en sus últimas producciones, las Pato Aventuras, creadas para vídeo, iba a remolque de sus sobrinos y del inefable Tío Gilito. Su protagonismo estaba muy lejos de aquella Gallinita sabia que le lanzó a la fama en 1934, seis años después del nacimiento del ratoncito que revolucionó el mundo de los niños. En estos 70 años no le han salido calvas ni sufre achaques reumáticos, pero desde 1934 su pico se ha hecho más corto y sus alas se han transformado en manos, en una paulatina evolución desde el dibujo inicial que el propio Walt Disney imaginara. Disney no acabó de tenerlo claro hasta que en la radio de un taxi escuchó a Clarence Nash intentando hablar como un cabritillo; era el toque que le faltaba y su voz inconfundible se adaptaría después a todos los idiomas. Donald vivió sus años dorados en los 40 con Los Tres Caballeros , después de haber participado en la Segunda Guerra Mundial. Luego, su protagonismo se fue quedando en las caricaturas televisivas, aunque puede presumir de un currículo de 132 películas. Pero los niños nunca le han olvidado del todo. En algunos países como Holanda la revista de su familia palmípeda vende semanalmente 350.000 ejemplares. «Si gusta a todas las generaciones es por su personalidad contradictoria», asegura Jean Poulallion, vicepresidente de Disney Francia. «Puede ser tan torpe como hábil por casualidad; tan egoísta como generoso, tan simpático como cascarrabias». Disneyland Resort París ha incluido en sus celebraciones una exposición que le dota de un carácter especialmente irreverente: el grupo de pintores alemanes Interduck le han escogido a él y su familia como los protagonistas de una revisión de la historia del arte: La Gioconda tiene cara de Donald, el tío Gilito se transforma en el caballero del Diván Japonés de Toulouse-Lautrec y dos de los sobrinitos, en querubines de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel. También el mundo de la moda le ha hecho un regalo: el diseñador Kart Lagerfeld le ha redibujado en tarjetas postales y camisetas con gafas de sol y la torre Eiffel al fondo. El gobierno francés se ha sumado a la conmemoración lanzando una serie de sellos de correos, indudable objetivo de coleccionistas.