Padres separados se manifiestan en Marín para poder ver más a sus hijos

Marcos Gago Otero
Marcos Gago MARÍN

GALICIA

XOÁN CARLOS GIL

Respaldan a un hombre que sólo puede estar con sus hijas dos horas a la semana Julián Rosales, denunciado por maltrato psicológico, pasó 12 días en ayuno voluntario

24 ene 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

?nas ochenta personas, entre padres separados y familiares, se concentraron ayer delante de los juzgados del municipio pontevedrés de Marín para apoyar a Julián Rosales, un vecino que llevaba doce días en huelga de hambre como protesta por la limitación, por orden judicial, de las condiciones de visita a sus hijas. La movilización contó con el respaldo del colectivo de padres separados SOS Papá y de agrupaciones de Lugo y Tui, que discrepan totalmente del contenido de los autos. Custodia compartida Los manifestantes se congregaron ante el juzgado y exhibieron pancartas reivindicando una ley de custodia compartida, que conceda idénticos derechos sobre sus hijos a ambos progenitores. En el transcurso de la protesta también cortaron dos veces el tráfico de la avenida de Ourense -principal vía de comunicación entre Marín y Pontevedra- durante varios minutos. Después se dirigieron al edificio del Concello, donde reclamaron la intervención del alcalde; y más adelante, la mitad de los manifestantes protagonizaron una marcha por el centro urbano hasta la casa donde viven la mujer y las hijas del afectado, al grito de «¡Pueblo de Marín, solidaridad con Julián!». El implicado no los acompañó, porque, entre otras cosas, el juzgado le impuso hace dos semanas una orden de alejamiento tras abrir diligencias previas por un presunto caso de maltrato psicológico. Por su parte, Julián Rosales, que niega las acusaciones reflejadas en el auto judicial, explicó ayer que había decidido abandonar la huelga de hambre porque necesitaba estar fuerte para disfrutar de sus hijas. El juzgado sólo le permite visitarlas dos horas cada domingo, en un punto de encuentro en Pontevedra bajo la supervisión de profesionales. Mañana entregará varios cientos de firmas de apoyo recogidas estos días por sus allegados, con la pretensión de que la jueza dicte una resolución que le permita disfrutar de sus hijas los fines de semana alternos.