El inacabable tapiz de Pé

La Voz

GALICIA

El mundo a los cuatro vientos La aparición de Tom Cruise con su novia española en el estreno mundial de «Samurai» echa por tierra el enésimo rumor de crisis de una pareja que lleva más de dos años junta

20 nov 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

A Penélope le puede el destino. Si una lleva el nombre de quien estuvo durante décadas esperando a su amor -da igual que fuese haciendo y deshaciendo un tapiz o sentada en un banco verde- no le queda más remedio que armarse de paciencia. Y eso es lo que parece ocurrirle a la madrileña, que desde hace dos años y medio vive una pasión siempre rodeada de dudas y en la que ha tenido que demostrar una confianza nada habitual. Desde que en la primavera del año 2001 se la relacionase con Tom Cruise, ya ha vivido un aviso de ruptura en el verano del 2002 y otro, mayor, en enero de este año. El último anuncio mediático de crisis -jamás confirmado por la pareja- tuvo lugar este mismo mes. Todo esto se suma a la nube que ha planeado desde el primer día sobre la autenticidad de su relación, que para muchos no es más que un montaje interesante para ambos. Quienes los han visto de cerca dicen que no, que todo es real, porque ninguno de ellos es tan buen actor como aparentar enamoramiento tanto tiempo. Miradas tiernas Y ayer volvieron a dar muestras de ese amor que se profesan. Fue en Tokio, en el estreno mundial de la nueva película del galán, El último samurai. En ella se cuenta la leyenda de un americano que a finales del siglo XIX viajó a Japón para adiestrar a los guerreros en las modernas artes de lucha. Pero durante la gala lo de menos fue el para qué, si no el cómo. Llegaron ambos muy amarraditos y echándose miradas tiernas, sonriendo y posando para los fotógrafos como si la semana pasada el actor no le hubiese dado un plantón de categoría a su amantísima novia, cuando presentó en Los Ángeles su propio filme, Gothika . Aquella noche sí estaban Will Smith y Halle Berry, protagonistas de la cinta, pero ni rastro de quien se ha hecho ídolo de generaciones desde Top gun . Ella excusó su ausencia diciendo que se encontraba cerca, pero rodando una película, que se filmaba por la noche. Enamorado de Kidman Lo que obviamente no dijo Penélope es que Cruise había declarado en una revista y en una televisión que seguía enamorado de su segunda mujer, Nicole Kidman. Exactamente el actor dijo, entre otras perlas: «Yo siempre amé a Nic y siempre la amaré». Y añadió: «Tuve tiempos maravillosos con Nic y eso es en lo único que pienso». Ante semejantes declaraciones, Penélope habrá tenido que hacer de tripas corazón y olvidar que en enero suspendió la boda por el supuesto romance de su novio con la colombiana Sofía Vergara, tan exuberante como polémica; y se habrá concentrado en el recuerdo del verano en Roma, donde sólo le faltó la vespa para sentirse como Audrey Hepburn (esa actriz que tanto gusta a Cruise y a quien Pe intenta parecerse cada día). Cualquier cosa menos recordar que Cruise dejó a su anterior mujer por ella y que ese requiebro tan masculino le puede tocar a ella en sus propias carnes. Porque Cruise ha mantenido una actitud de manual: tras dejar a su esposa se va a vivir con la jovencita ambiciosa que está deslumbrada por su éxito para después, cuando ve que su mujer recupera energía, carrera y sonrisa, querer volver a ser el centro de su vida. Pé tendrá que esperar.