El constructor asesinado en O Rosal había sufrido extorsiones

L. C. Llera VIGO

GALICIA

Llamadas anónimas le exigieron el pago de diversas cantidades Su empresa había recibido numerosas adjudicaciones de obra en Pontevedra

16 ene 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

El constructor Manuel Pérez Portela, que apareció muerto de un disparo en la frente el sábado, 11 de enero, cerca del antiguo vertedero de A Guarda, sufrió extorsiones antes de morir. A lo largo del año pasado recibió llamadas exigiéndole el pago de diversas cantidades, según apuntaron fuentes cercanas a la familia del empresario. Las cantidades aproximadas que le exigían en cada ocasión rondaban los 6.000 euros. Calibre corto Esta línea de investigación es la que está siguiendo la Guardia Civil para estrechar el cerco sobre el autor o autores del crimen, quienes habrían citado al empresario cerca del antiguo vertedero el pasado sábado. Una vez en el lugar, Manuel Pérez recibió un tiro de frente en la cabeza con una pistola de pequeño calibre. Estas armas son fáciles de conseguir al otro lado del Miño, donde se venden en el mercado negro por cantidades que oscilan entre 500 y 1.000 euros. Pérez Portela estaba considerado como un empresario muy trabajador y solvente, y había recibido numerosas adjudicaciones de obras públicas en la provincia de Pontevedra, la última el pasado mes de octubre en el Concello de Soutomaior, donde su compañía iba a llevar a cabo trabajos para el saneamiento de varias parroquias de la localidad. La Policía Judiciaria portuguesa ha investigado una posible relación entre este crimen y la muerte de otro constructor que murió de un tiro en la cabeza en Guimarães. Pero finalmente se concluyó que en el caso de João Alberto Neves se había tratado de un suicidio, informó Alberto Magro desde Oporto.