La «signora» que hizo novillos

M. F. / P. G. A CORUÑA

GALICIA

Querían hacer novillos para jugar al fútbol y fundaron el Juventus de Turín. Un grupo de estudiantes de la escuela de D''Azelio se planteó durante la mañana del día de Todos los Santos de 1897 crear un equipo.

19 feb 2002 . Actualizado a las 06:00 h.

¿El nombre? Un descriptivo Sport Club Juventus que se convertiría después en Juventus Football Club, paradoja del ilustre mote que se ganaría con el tiempo la escuadra, el de Vecchia Signora, la gran dama del fútbol italiano y continental. Y debajo de sus ilustres faldas esconde un gran palmarés, pero también una historia cargada de anécdotas. La Juve ya tuvo en sus comienzos un contacto con su lado femenino: sus primeras camisetas eran rosa. El radical cambio al blanco y negro fue simple cuestión de intendencia: John Savege, uno de los integrantes ingleses del conjunto trajo elásticas de esos colores de Gran Bretaña, del Notts County de Nottingham, escuadra que en la actualidad milita en la Division Two, categoría equivalente a la Segunda División B española. Curiosamente, el Torino nació de una costilla bianconera unos años después de que comenzara a rodar el balón para los juventinos. El suizo Alfredo Dick, presidente en 1905, se enfrentó a parte de los jugadores. Solución: el helvético se llevó a su grupo afín y sobre él levantó al club que se convertiría en el rival local de los juventinos, que durante varios años pagaron con malos resultados la escisión. Pero en los años 20 el club resurgió de la mano de Edoardo Agnelli, hijo del fundador de la Fiat, Giovanni. Esta poderosa familia marcará el destino de la entidad turinesa y entrará posteriormente en la leyenda como un clan Kennedy a la italiana por su forma de encadenar tragedias y una dinastía sin corona de la Italia republicana. Incluso el azar quiso que se cruzaran brevemente los destinos de las dos familias, ya que a Jacqueline Kennedy se le atribuyó un romance con Giovanni Agnelli cuando ella todavía era primera dama de Estados Unidos. En los 30, con Agnelli en la presidencia, los trofeos se acostumbraron a visitar las vitrinas del conjunto italiano. Cinco Ligas consecutivas. Crece el mito. Porque en total sumaría veinte más. Con una trayectoria en la que destacan Giampiero Boniperti como dominador de la estadística en los sesenta (la figura matemática en goles y partidos) y Michel Platini, el roi del juego en los ochenta. Pero desde el año 98, los turineses buscan desesperadamente un título. Incluso tuvo que rebajarse a jugar la Copa Intertoto para lograr su clasificación para la Uefa. Seguramente la directiva del club se arrepintió de tomar esa decisión. La Juve fue uno de los vencedores de la Intertoto, pero en la Uefa no soportó el póquer del Celta: un 4-0 en Balaídos. La sequía comienza a ser preocupante. Pero la historia sigue vendiendo camisetas. Los juventinos presumen de ser, junto al Real Madrid y el Manchester United, uno de los clubes con más seguidores del mundo. Uno de sus aficionados ilustres Saadi Muhamar Gadafi, hijo del líder libio. Y además pudo cumplir hace poco uno de sus sueños: compartir vestuario con los jugadores bianconeri. Las razones del regalo son contantes y sonantes, ya que Gadafi, además de fan, es accionista de la entidad (5,31%). Y uno de los que se alegra de que algunos casi no pisaran las aulas del Liceo D''Azeglio de Turín hace más de un siglo.