Jorge Domínguez, alcalde independiente de Meaño que ayer ingresó en el PP Jorge Domínguez era un hombre independiente y apreciado por sus vecinos. Siendo funcionario municipal, un día se enfadó con el alcalde y decidió «en plan cachondo» presentarse a las elecciones. Debía de ser apreciado, sí, porque arrasó. Presentó un programa para ocho años y, al cabo de ese tiempo, pensó su retirada. «Claro, si nos íbamos ¿quién iba a quedar? El PP, así que seguimos». Pero por aquel entonces ya le había entrado «la cosa esa del sillón del poder, que no sé si es antrax o qué». Y así fue que pasó lo que pasó. El PP lo codició y él se dejó querer. Ayer perdió su independencia delante de las cámaras.
14 dic 2001 . Actualizado a las 06:00 h.Salió del acto que le montó el PP y dijo: «Se salieron un poco del tiesto, total, un alcalde de pueblo que ingresa en el partido, ya me dirás». -¿Qué le ofreció Palmou para renunciar a diez años de independencia? -Nada, nada, si aceptas ese juego el día que te pagan también te liquidan. -¿Entonces? -Llegó un momento en que decidí dedicarme a la política, de alcalde o de lo que sea, y esa aspiración no se puede cumplir como independiente. -Hasta ahora sí ha podido, y de calle. ¿Conoce la razón de su éxito? -Ni idea. A lo mejor que siempre he puesto al individuo por encima de todas las cosas, por encima de la mejor autovía, el mejor alumbrado y el mejor camino. -Pero pensó en dejarlo... -Sí, soy ingeniero, tengo mi profesión, 800 libros que leer; siempre soñé con un año sabático y una granja de vacas. A los ocho años de ser alcalde pensé en marchar, pero decíamos: y si nos vamos, ¿quién va a quedar?, el PP, así que seguimos, ya sabes, miniaturas locales. Y luego que te entra la cosa esa del sillón del poder, no sé si es antrax o qué... -¿Lo convenció Palmou? -No, es una reflexión personal. El PP no es capaz de conseguir votos y le interesa cosecharlos, pero yo sólo pedí ir de número 1 en las municipales, confeccionar la lista, porque yo conozco a la gente mejor que ellos, y que me dejaran llegar hasta donde mis méritos me lleven, como portero de la sede o de lo que sea. Pero bueno, tampoco es la alegría más grande de mi vida. -Pues sí que empieza bien. -No, es que no puedo saber cómo me habría ido si hubiese abandonado todo. -¿Y por qué el PP? -Soy liberal, progresista en lo social y liberal en lo económico, le tengo miedo al endeudamiento público, soy muy respetuoso con el déficit cero. A Jorge Domínguez le gusta el fútbol, la Meseta castellana y los jardines, pero no se ve con talla política, él no se ve. «La política es el oficio más bonito del mundo, pero está mal pagado: un ministro cobra diez millones y un director de una empresa mediana, cuarenta. Pero es bonita y noble, lo que pasa es que cuatro como yo la echamos a perder». -¿Como dice eso teniendo 10 concejales de 13 posibles? -Porque es verdad. ¿Qué experiencia tengo yo? No doy la talla para conselleiro, por ejemplo.