La producción de amoníaco verde en Langosteira tendrá usos industriales y energéticos

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

LA GALICIA ECONÓMICA

CARLOS FERNANDEZ SOUSA

La planta que planea Fisterra Energy, filial del fondo Blackstone, en el puerto coruñés abrirá la puerta a nuevas inversiones

25 dic 2021 . Actualizado a las 13:04 h.

El amoníaco (NH3) es un gas incoloro con un olor muy fuerte, que la mayoría de la población conoce por distintos productos de limpieza. Pero esa sustancia está llamada a ser una de las piezas clave del proceso de descarbonización y en la búsqueda de nuevas formas de energía limpias. El proceso ya está en marcha. En los próximos años abrirán las primeras plantas de producción de amoníaco ecológico con capacidad comercial. En Dinamarca, al oeste de la península de Jutlandia, tres empresas —Skovgaard Invest, Vestas y Haldor Topsoe— con apoyo económico del Gobierno danés, prevén poner en marcha la primera del mundo en el 2023. Hay proyectos en marcha para producir, transportar y dar uso al amoníaco verde en Alemania, Chile, Japón, Canadá... También en Galicia, la empresa Fisterra Energy, una filial del fondo de inversión Blackstone —conocido por sus grandes inversiones en distintos sectores— ha solicitado permiso para construir una planta de producción y almacenamiento de amoníaco e hidrógeno verde en el puerto exterior de Langosteira, en Arteixo. El proyecto aún es confidencial, ya que no se ha superado el trámite de competencia, pero fuentes conocedoras del mismo afirman que es una inversión milmillonaria.

El amoníaco verde abrirá a su vez múltiples posibilidades de inversión, ya que tiene numerosas aplicaciones. Hoy en día se usa en la fabricación de fertilizantes, explosivos, productos textiles y farmacéuticos, y también como refrigerante. Pero su producción consume mucha energía y es contaminante.

Un contaminante con solución

La Royal Society, la academia científica en activo más antigua del mundo, fundada en 1660 en el Reino Unido, afirma que el 1,8 % de las emisiones globales de CO2 proceden de la industria del amoníaco. Por tanto, la entidad considera imprescindible reducir ese porcentaje para alcanzar el objetivo de emisiones cero en el 2050.

La solución pasa por utilizar energías renovables para producir el NH3. En el caso de Langosteira, el grupo Inditex va a construir un parque eólico con tres grandes aerogeneradores para suministrar a sus instalaciones y, además, a las industrias del puerto. Enerfín, una filial de Elecnor, utilizará la electricidad del parque para producir hidrógeno verde. En el caso de la planta Fisterra Energy, esos detalles se conocerán cuando trascienda el proyecto.

Las iniciativas de Inditex, Enerfín y Fisterra Energy son los tres primeros del plan Green Port, que el presidente de la Autoridad Portuaria, Martín Fernández Prado, presentó a principios de año para fomentar el desarrollo de industrias vinculadas a las nuevas energías. Esa estrategia tiene el fin de paliar la caída de tráficos desencadenada por la descarbonización, pero también pretende que Langosteira sea en el 2025 el primer puerto del país autosostenible en materia energética.

La producción de amoníaco de forma ecológica permitirá multiplicar sus usos. Entre otras, la Royal Society destaca que la sustancia podrá emplearse como almacenamiento de energía. El NH3 puede almacenarse con «facilidad» en forma líquida a presiones «modestas» —de entre 10 y 15 bares— o refrigerado a 33 grados bajo cero. Lo que lo convierte en una alternativa a la solar y la eólica cuando bajan su producción.

La sociedad científica destaca también que el amoníaco puede ser quemado en un motor o empleado para producir electricidad en una batería. Los únicos productos derivados de esos procesos son agua y nitrógeno, lo que lo convierte en un combustible con cero emisiones de carbono. La entidad considera que la industria marítima se convertirá probablemente en una de las primeras usuarias, al reemplazar el combustible fósil en los barcos.

Finalmente, la Royal Society señala su posible uso como «transporte» de hidrógeno. Ese gas, que también se puede producir de forma ecológica y forma parte de la lista de fuentes de energía del futuro, es «difícil y caro» de almacenar en grandes cantidades, ya que necesita «tanques criogénicos o cilindros de alta presión». El NH3 es más fácil de almacenar y transportar, y puede «romperse» con facilidad para producir hidrógeno cuando sea necesario.