De tostar café solo para particulares a hacerlo en una nave para restauración

n. d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

LA GALICIA ECONÓMICA

Capotillo

El responsable del Club del Café prepara una nave en Pontevedra, en la que también habilitará una Escuela de café

20 oct 2020 . Actualizado a las 16:20 h.

Gonzalo Rodríguez está como un niño con zapatos nuevos al ver que sus sueños se van cumpliendo. En los próximos días pondrá en marcha su tostadero y una Escuela de café en Pontevedra. Su pasión por el café le ha llevado a estar siempre en los primeros puestos en los certámenes nacionales de baristas y a dirigir El Club del Café, un pequeño local en el que se vende a granel y que también funciona como cafetería. Ahora se le empezaba a quedar pequeña para poder atender la demanda de restaurantes y particulares. Necesitaba ampliar su tostadero. Y lo hará muy cerquita, en Pontevedra.

La maquinaria para este trabajo ya ha llegado a la nueva nave y en algo más de 15 días espera ponerse manos a la obra. «Llevábamos tiempo con el proyecto, pero con el covid hemos tenido que tenerlo parado», apunta Rodríguez, quien asegura que el nuevo local «es curiosito». Curiosito son más de 150 metros cuadrados para dar rienda suelta a su pasión. «La idea es siempre apostar por la calidad y no por la cantidad», comenta Rodríguez, que impartirá formación a sus empleados. Con el tiempo, este aprendizaje sobre el café se hará extensible a todos los cafeteros. «Cada vez, sabemos más de cafés, primero empezamos por los más achocolatados y con aromas a frutos secos, pero a medida que conocemos más, buscamos más acidez», comenta Gonzalo Rodríguez. Él es de los que cree que los buenos cafeteros no le echan azúcar. «El paladar va evolucionando y se va profesionalizando», comenta. 

Desde que abrieron este local en Pontevedra importa cafés de numerosos países, desde Brasil y Colombia hasta Etiopía, México o Kenia. Gonzalo llegó a la hostelería de la mano de su madre y cada año que pasa sabe un poco más del café, cada grano que tuesta lleva su mimo. Desde este otoño, lo hará para otros restaurantes y para esos «sibaritas» del café que lo visitan a diario.