
El debut de Tessa Hulls ha logrado convertirse en el segundo cómic de la historia en lograr un premio Pulitzer. Antes lo había conseguido «Maus», casi nada
26 may 2025 . Actualizado a las 20:51 h.Es tan complicado conseguir un Pulitzer haciendo un cómic que en algo más de un centenar de años solo una novela gráfica puede (podía) presumir de tenerlo: Maus, de Art Spiegelman. Palabras mayores. Posiblemente una de las mejores creaciones históricas de siempre para entender el nazismo y la Segunda Guerra Mundial.
Ese privilegio lo tiene que compartir ahora, desde hace un par de semanas, con Alimentar a los fantasmas, debut (lo que añade un mérito extra) de Tessa Hulls, un trabajo publicado en España por Reservoir Books antes de que se conociera este prestigioso galardón. Se lo ha llevado en la categoría de memorias y autobiografías. Si este estreno de la autora estadounidense de origen chino (y de eso va su obra) llegará a ocupar un lugar similar a Maus en la historia del cómic solo lo dirá el tiempo. Pero tiene muchos elementos para ello.

El primero es su propia historia. Porque es eso precisamente, su historia. La de la autora, empeñada en despegarse de su familia y arrepentida, tras la muerte de su abuela, de no saber cómo y en qué circunstancias tuvo que huir de China cuando el maoísmo estaba en su esplendor. Es un relato personal de búsqueda de los orígenes, pero eso es la capa exterior. Hay muchas más. La siguiente sería que nos permite seguir las dudas de la propia Hulls para escribir esta obra, y su investigación cuando decide dar el paso.

Y se sigue sumergiendo el libro. Hay tres relatos entrelazados aquí. El de la abuela Sun Yi, el de la madre Rose y el de la hija Tessa. De la primera sabremos ya desde el inicio que tuvo una aventura con un diplomático suizo, que la abandonó y que nació Rose de aquella relación. Que fue una periodista muy crítica con el régimen comunista, y que tuvo que irse al exilio. Todo lo que viene después es la reconstrucción que hace la nieta con el testimonio de su madre, y los recuerdos que van aflorando a través de viajes a China. Es bien difícil, insiste la autora, recuperar la trenza familiar cuando ella misma se fue encargando de romper cada hilo. Es una historia particular, sí, pero universal: desarraigo, emigración, amor y zonas oscuras del árbol genealógico. Un tocho impactante.
«ALIMENTAR A LOS FANTASMAS» TESSA HULLS. EDITORIAL RESERVOIR BOOKS PÁGINAS 400 PRECIO 32 EUROS