—¿Cómo apunta el otoño?
—Cambia bastante el público, porque en verano se va toda la gente de aquí y vienen turistas, así que es un público bastante diferente, pero yo creo que apunta bien. Ya empezamos esta semana a recibir novedades y a arrancar la temporada y yo creo que la gente está cogiendo hábito. Estamos notando también que la gente joven está leyendo. Creo que el confinamiento ha favorecido la lectura.
—¿Ha aumentado el consumo literario con la pandemia?
—Es verdad que nosotros llevamos poco tiempo abiertos, entonces todavía tenemos margen de crecimiento. No sabemos discernir si es por una cosa o por otra, pero ha habido mucha gente que se ha enganchado a la lectura otra vez a raíz de la pandemia o que ha arrancado y que se está aficionando. Hay gente que viene y que quiere empezar a leer más habitualmente o que está buscando cosas que le gusten y viene a por más. Sí que ha habido un impulso. En nuestro caso, nos vimos reforzados; a pesar del cierre, la gente volvió enseguida y con más ganas.