Raúl Refree: «En lo popular hay algo que ya emociona de por sí»

FUGAS

ROCIO CIBES

El diálogo entre el músico y productor catalán con la portuguesa Lina se saldó con un gran álbum que se revisará en el festival Noroeste

31 jul 2021 . Actualizado a las 21:55 h.

Removió el flamenco con Rosalía, el folklore asturiano con Rodrigo Cuevas y la línea Portugal-Francia pasando por España con Silvia Pérez Cruz. Siempre con resultados excelentes. Por eso, Raúl Refree recibió una propuesta de aliarse con la cantante de fado Lina y hacer un disco. Él aceptó. Y de ahí salió Lina_RaulRefree, que presentará el 7 de agosto en A Coruña.

­-Dice que siempre le ha gustado meterse sin miedo en todo tipo de géneros, aunque no los domine. ¿Se siente como un eterno intruso?

-Respecto a ese concepto de intruso, si alguien lo piensa así es más su problema porque, al final, cuantos más seamos haciendo cosas, mejor. Yo doy mi lectura musical de distintas cosas. Al final todo es cuestión de sensibilidades. En los últimos años he oído mucho eso de los puristas. Cosas como «esto no es flamenco». Y a mí me da igual lo que sea, solo quiero que exprese algo.

­-Cuando salió el disco, Lina decía que le extrañaban estas tensiones de puristas y renovadores. ¿Es algo solo español?

-Yo vengo de ahí. Hubo algún momento tocando con Rosalía, cuando empezábamos a tener mucho público, que vi algunos comentarios de puristas que incluso me asustaban. Cuando terminé este disco de fado pensé: «Buah, un tío de Barcelona que se mete en el fado y hace un disco rupturista. Me van a poner de vuelta y media». Y fue todo lo contrario: solo han sido buenas palabras. Incluso familiares de Amália Rodrígues decían que era un disco importante en la historia del fado.

­-Igual que otros discos suyos, como «Granada» (2014) con Silvia Pérez Cruz o «Los Ángeles» (2017) con Rosalía, este tiene mucho aire. ¿Marca de la casa?

-No hay una búsqueda inicial de trilogía, pero sí que existe una unión muy clara entre Granada, Los Ángeles y este disco. De alguna manera, es una revisión propia del folklore y del formato dúo, de esta forma de tocar acompañando a alguien. Para mí estos tres discos suponen parte de una colección personal. En los tres casos son voces increíbles en las cuales, a veces, cuando no toco es mejor que tocar. El silencio con esas voces en ocasiones dice más que la música. Creo que ahí a veces nos equivocamos al querer meter muchas cosas y en los tres casos he jugado con el silencio, de ahí ese aire.

-Esa escasa masa sonora genera solemnidad, como si se conectase con lo puro.

-Sí, estoy totalmente de acuerdo. Hay algo en lo popular que emociona ya de por sí. Esas melodías las llevamos en nuestro interior. De entrada, tienes una materia prima muy emocionante y si la manoseas mucho, en el sentido de meterle muchas cosas, lo que haces es que pierda emoción.

-¿Cree que existe una sensibilidad peninsular en la música?

-Yo creo que sí. A medida que trabajo con artistas a los que les interesa la tradición, como Rodrigo Cuevas, Rocío Márquez, Niño de Elche o ahora con Lina, veo que hay muchas uniones entre ellos. Estamos unidos culturalmente y eso es muy bonito. Tú escuchas los fandangos del norte después de haber tocado los del flamenco y entiendes el viaje que hay detrás. Es algo espectacular.

-Viene de una generación fuertemente influenciada por lo anglosajón que en los últimos años se ha volcado en la búsqueda de raíces propias. ¿Por qué?

-Creo que es una reacción al mundo en el que estamos viviendo, donde cada vez está todo más globalizado y estandarizado. Todas las ciudades son iguales. De repente, descubres lo local, lo que solo hay aquí. Por ejemplo, con Rodrigo Cuevas fuimos a buscar a las mujeres mayores que tocan la pandereta y cantan de una manera determinada que se va a acabar con ellas. De pronto, ves eso y te parece mucho más experimental y moderno que lo que nos venden como tal. Creo que eso es lo que nos llama la atención a todos.

-Piano, voz y mucho espacio. ¿Será así el directo con Lina del Noroeste?

-La verdad es que en los últimos años, con Silvia, Rosalía o ahora con Lina, yo me enfrenté a los directos sin saber qué va a pasar. Sé lógicamente cuál es el repertorio, pero quiero sentirme libre de saltar de un sitio a otro o que lo hagan ellas y yo poder ir a otros lugares. Y sí, es un concierto muy vacío, con piano, sintetizador y voz, pero cada día desarrollándose de un modo diferente.

-¿Es la música viva y no mecánica?

-Eso se nota. Y el público sabe que está pasando en ese momento.

-El éxito desmesurado de Rosalía hace que muchos lo vean como «el que tocaba con Rosalía». ¿Se nota visto así a veces?

-No tengo esa sensación en España, pero fuera, sí. Por ejemplo, la discográfica que ha sacado el disco que hice con Lee Ranaldo dice: «Lee Ranaldo de Sonic Youth y Raúl Refree, el productor de mucha gente, entre ellos Rosalía». Y, claro, la prensa internacional me identifica por eso.