Hello Adele, ¿dónde estás?

CARLOS PEREIRO

FUGAS

PAUL HACKETT

Cuatro años después de su último disco, la británica ha rehecho su vida, nos da pistas sobre sus nuevas canciones y cree haber entendido lo que es la felicidad

09 jun 2019 . Actualizado a las 10:06 h.

Hace más de tres años que Adele no sube ningún vídeo nuevo a su cuenta de YouTube. La cifra saca a relucir el tiempo de inactividad que la británica carga a sus espaldas. La cantante fue (y es) una de las voces que, inequívocamente, han ido definiendo musicalmente estos albores del siglo XXI, por eso su ausencia radiofónica, su mutis cantoril, se antoja como un silencio demasiado largo y denso. No solo para sus seguidores, que se cuentan por millones, sino también para ella. La expectativa sobre su regreso es bastante grande.

Recién cumplidos los 31, hace apenas un mes, Adele dijo que quería volver a sonreír. En su mansión de Beverly Hills se vistió de estrella de Hollywood, programó una fiesta temática inspirada en El gran Gatsby, y obligó a sus invitados a dejar el móvil en la puerta. Nada ha trascendido de este cumpleaños más allá de un hecho importante: el poner fin a las penurias de la británica y dar carpetazo a la ruptura de su matrimonio con Simon Konecki.

Colección de clásicos

La cantante, a través de Instagram (esa red social que se ha convertido en la manera en que los artistas lanzan exclusivas en la actualidad), explicó que aprender a amarse a uno mismo lo es todo, y que tras lograr asimilarlo, se dio cuenta de que era más que suficiente para tener una vida plena. Borrón y cuenta nueva. Pero… ¿y el disco pa' cuándo?

Pues quizás más pronto que tarde. Las obras discográficas de la británica han llevado siempre por título la edad que tenía cuando los compuso (19, 21 y 25), así, 30, que en teoría debería ser el título de su siguiente disco, estaría en camino. Eso esperamos. Sobre ello, Adele ha querido bromear, llegando a insinuar que será un disco de drum & bass. Sobra destacar su tono irónico, aunque su broma parecía ir dirigida a ese grupo, o público, que aguarda un álbum marcado por la tragedia o la tristeza; quizás acabe por ser todo lo contrario.

El exceso de atención mediática precipitó que diera al botón de pausa tras finalizar su última gira, allá por el 2016 (dio la última nota de este tour en junio del 2017). Curiosamente, y pese a necesitar este parón para componer, Adele no ha dejado de ofrecer entrevistas y alguna que otra información sobre sus opiniones o sus acciones diarias. Miembro de la Orden del Imperio Británico, acumula más de 100 millones de discos vendidos y, sin embargo, parece que continúa siendo esa niña que creció con imágenes de las Spice Girls en la pared de su cuarto, sincera y con ganas de sorprenderse del mundo y de sí misma.

Es natural, directa, suelta palabrotas cuando lo considera, confiesa no verse todo lo bien que le gustaría, mostrando así sus inseguridades al mundo; colecciona piropos y halagos de celebridades como Beyoncé, Jennifer Lawrence o Lady Gaga; teme que la fama la arrastre a una desconexión del mundo real… En definitiva, esa mujer humanista que vuelca en sus letras sentimientos intimistas y también los demonios que la persiguen, y que la han hecho elevarse hasta la posición de diva gracias a sus privilegiadas cuerdas vocales. Más de 2.500 millones reproducciones brillan en su Hello, tan solo en la plataforma de vídeo de Google. Imagínese las cuentas reales.

Las pistas señalan el camino. La británica volverá en los meses venideros a sonar a través de los altavoces con material inédito. De eso no cabe duda. Una experiencia sonora que se echa de menos, por qué no, y con la que aspirará a demostrar esa madurez artística y personal que ha ido forjando estos años.