La canción más sensual de la historia cumple 50 años

FUGAS

MICHEL CLEMENT

Serge Gainsbourg publicó su «Je t'aime... moi non plus» con Jane Birkin en 1969 y subió unos cuantos grados la temperatura global del planeta

10 abr 2019 . Actualizado a las 08:11 h.

Hace ya 50 años que un sátiro llamado Serge Gainsbourg lio a una jovencita llamada Jane Birkin para grabar la canción que sigue ostentando el récord de ser la más censurada de toda la historia. Aunque en honor a la verdad habría que matizar que Je t’aime… moi non plus se grabó realmente por primera vez un año antes y con otra voz femenina, la de Brigitte Bardot.

La historia se remonta a diciembre de 1967. Gainsbourg vivía por aquel entonces un secreto romance con la actriz, que estaba casada con el fotógrafo Gunter Sachs. Gainsbourg había grabado una colección de canciones maravillosas con la protagonista de Y Dios creó a la mujer, como Bonnie and Clyde o Comic strip, pero ideó el mejor pretexto erotizante que podía ocurrírsele a un músico: grabar una canción que más que música era sexo entonado. El resultado quedó oculto por expresa petición del celoso marido de la actriz, que suplicó a Gainsbourg que no la sacase en disco. El francés obedeció, y no se editó el tema hasta la década de los ochenta. Pero tan buen resultado le había dado esta estrategia para conseguir llevarse a la cama a B. B. que en cuanto se enamoró de otra actriz, la joven inglesa Jane Birkin, no tardó demasiado en proponerle exactamente lo mismo. Justo un año después de meterse en el estudio de grabación con Bardot lo hizo con Birkin. Y llegó el escándalo y la censura en infinidad de países.

La leyenda terminó por imponerse a lo que no deja de ser una canción. Que si en los gemidos de la Bardot no había ni un ápice de interpretación, que si la propuesta inicial fue grabarla en plena faena y que finalmente no se alejó mucho la realidad de esta pretensión… A Gainsbourg, un francés de nulo encanto físico y talento desbordante, le funcionó en todos los sentidos. No solo logró cautivar a sus despampanantes compañeras de micrófono, sino que se aupó en lo más alto de las listas de éxitos despachando más de un millón de copias tan solo en Inglaterra, a pesar de que el disco se vendía con una pegatina que prohibía su adquisición a menores de 21 años. Y de ahí pasó la cancioncilla a ser versionada hasta la saciedad y explotada en infinidad de anuncios y películas.

Volvió a intentar registrar coitos sonoros en unas cuantas ocasiones más. Las canciones con estructura de adagio barroco llenas de susurros y gemiditos rijosos se convirtieron en una bandera para el autor de Melody Nelson, con temas como La décadanse o Sex Shop. Aunque en las ansias provocadoras de Gainsbourg se llevó la palma Lemon Incest, canción grabada junto a su hija Charlotte que tampoco hace falta especificar demasiado de qué va. Eso sí, ninguna le quedó como la primera.