«ABBA nos libera de nuestras ataduras y nos hace soñar»

TEXTO: MARÍA ESTÉVEZ

FUGAS

Jamie McCarthy

Nunca esperó hacer una segunda parte de «Mamma Mia!» mejor que la primera, pero repetir con Meryl Streep, Colin Firth o Pierce Brosnan lo ha hecho posible

27 jul 2018 . Actualizado a las 11:53 h.

El musical Mamma Mia! arrasó en la taquilla de todo el mundo cuando se estrenó en julio del 2008. Recaudó 525 millones de euros. Diez años después, llega la segunda parte: Mamma Mia! Una y otra vez. El mismo grupo de actores que participó en la primera entrega repite: Meryl Streep, Amanda Seyfried, Colin Firth, Pierce Brosnan, Stellan Skarsgård, Christine Baranski, Julie Walters y Dominic Cooper. Un grupo que puso como condición, según desvela Seyfried (Allentown, EE.UU, 1985), que repitieran todos para hacer la nueva película, que se acaba de estrenar.

-¿Qué significa para usted regresar al universo de «Mamma Mia!» una década después?

-Es genial, aunque un poco surrealista. Nunca esperé hacer una segunda parte de esta historia, que es mejor que la primera. Además, he disfutado más porque podía identificarme con mi personaje y he pasado tiempo con grandes actores. Es un sueño hecho realidad.

-¿Le sorprendió que decidieran hacer una secuela?

-Mucho. Al principio tuve mis dudas, no lo niego. Me mantuve escéptica durante un tiempo porque me parecía que Mamma Mia! había sido tal éxito que no necesitaba una secuela. Recibí el guion al principio de mi embarazo y me pareció que la historia era ridícula. Yo no fui la única en pensar así, también Meryl lo pensó. Luego, mi agente me llamó y me dijo que el proyecto seguía y me mandaron otro guion. Estaba sensacionalmente escrito. Entonces no dudé en interpretarlo.

-¿Habló con el resto del elenco de actores antes de firmar el contrato de la secuela?

-Sí. Todos teníamos muy claro que regresábamos si estábamos los mismos actores. Para mí no tendría sentido ver a Sophie rodeada de un nuevo grupo.

-¿Le costó regresar al personaje?

-Nada, porque prácticamente me he interpretado a mí misma. Han pasado diez años y, en este tiempo, me he desarrollado como actriz, he madurado y ganado en confianza. Quería volver a dar vida a Sophie para darle más profundidad a su personalidad.

-Vuelve a cantar y bailar.

-Sí, pero bailo menos. Tenía algunas limitaciones porque acababa de dar a luz a mi hija. Mi horario de trabajo se adaptó a la situación, lo cual fue fantástico.

-Usted comparte con Sophie que ambas son madres primerizas. ¿Qué le pareció esta coincidencia?

-Fue algo mágico. Creo que no hubiera podido hacer justicia al personaje si no hubiera experimentado yo misma lo que ella estaba viviendo. He dejado de ser solo hija, para ser también madre y eso añade una nueva perspectiva a mi vida. Mis prioridades han cambiado, igual que mis valores. Entregué mi propia experiencia al personaje.

-Una de las incorporaciones de la película es Cher. ¿Le gustó trabajar con ella?

-Dios mío, fue un sueño. Siempre he estado fascinada con Cher. Es una mujer normal, agradecida con la vida, inteligente. Fue maravilloso conocerla. Durante el rodaje se integró a la perfección con el equipo. Mi primer día con ella lo pasamos genial, porque también estaba Meryl Streep y, cuando apareció, nos dijo que no quería molestarnos, nos dio un beso y se marchó. Es una mujer muy especial. Meryl y Cher son dos mujeres extraordinarias a quienes admiro. Las dos son un gran ejemplo para mí.

-¿Cuál es su canción favorita de ABBA?

-Mamma Mia!, sin duda.

-¿Dónde cree que radica el éxito de estas películas?

-Tiene mucho que ver con el empoderamiento de la mujer. La relación entre madre e hija, el paisaje veraniego del Mediterráneo y, por supuesto, la música. Sin las canciones de ABBA, la película no tendría sentido. Son temas alegres, emotivos, que nos llevan a cantar y bailar. ABBA nos libera de nuestras ataduras y nos hace soñar.

-Usted ha estado muy involucrada en el movimiento #MeToo, ¿siente que es importante cambiar Hollywood?

-No hay que cambiar a las mujeres, sino darles voz desde su perspectiva. Hay una lucha común en la industria a favor de las directoras y guionistas, porque necesitamos que sean ellas quienes cuenten nuestras historias. Hollywood nos tiene que respetar más y tomarnos en serio. El comportamiento de muchos hombres debe cambiar, no nosotras.