Este fin de semana el cantante vuelve a actuar en A Coruña, donde ya agotó entradas durante dos noches consecutivas en julio del año pasado. Se trata de una secuencia sin precedentes
20 abr 2018 . Actualizado a las 12:59 h.Continúa Sabina en modo récord. Si el año pasado nos preguntábamos en estas páginas qué ocurría con este hombre que estaba arrasando a sus 68 años de una manera espectacular, un año después (cuando su DNI dice que tiene 69) toca volverse a hacer la misma pregunta. Entonces, las admiraciones e interrogaciones las generaba el hecho de haber agotado en apenas unas horas el aforo del Coliseo de A Coruña, provocando la celebración de un segundo recital, algo inédito en la historia del multiusos coruñés. Ahora, el trato excepcional lo da su particular no hay dos sin tres. Después de haber doblado fecha con sendos llenos, unos meses después y dentro de la misma gira retorna al mimo lugar para subirse al escenario y demostrar que estamos ante un fenómeno sin parangón. Triple excepcionalidad.
Se desconoce adónde puede llegar este eufórico estado de ánimo respecto al artista que, desde hace cuatro años, puede con todo. Fue en diciembre del 2014 cuando sufrió un mareo y tuvo que abandonar un concierto en Madrid. Al día siguiente las imágenes de aquello abrieron todos los telediarios. Se convirtieron en la mejor campaña de márketing que nadie podría haber imaginado. Más allá de poner sobre la mesa los posibles problemas de salud del artista, lo que dieron a entender es que todos los conciertos, todas las giras y todos los discos que diera el artista andaluz en adelante podrían ser los últimos. Y esta circunstancia multiplicó el interés que normalmente ya despertaba.
De ahí que, en lugar de hacer buenas entradas, sus conciertos se transformasen en noticia por la celeridad en la que agotaban los recintos. En el 2015 tardó apenas tres días en despachar todas las localidades del Coliseo de A Coruña, dejando a todos boquiabiertos. Pero el año pasado ya no necesitó ni siquiera un día. Con unas horas le llegó. También agitó la segunda fecha. Ahora llega la tercera. Al cierre de la edición de Fugas apenas quedaban 300 tiques a la venta. Es decir, todo apunta a que Sabina protagonizará un triplete histórico.
El concierto se enmarca dentro del tramo final de la gira Lo niego todo, en la que presenta el álbum del mismo título. En él Sabina hizo un experimento, apoyándose en el poeta Benjamín Prado y el músico Leiva. Ambos empujaron su discografía un capítulo más allá, con notable éxito.
Un himno personal
En el nuevo disco de Sabina sobresale de manera especial una pieza que ya forma parte de la historia más destacada del artista. Se trata de la homónima Lo niego todo, un himno crepuscular en el que el músico parece querer ajustar cuentas consigo mismo y el mito creado a su alrededor. Solemne y épica, en lo musical rezuma aromas de otra pieza final, el Let It Be de The Beatles. Desde el primer momento tiene vocación de punto y aparte.
«Ni ángel con alas negras / Ni profeta del vicio / Ni héroe en las barricadas / Ni ocupa, ni esquirol / Ni rey de los suburbios / Ni flor del precipicio/ Ni cantante de orquesta / Ni el Dylan español», canta en ella con aire de conclusión. Sus seguidores volverán a verlo. No vaya a ser que sea, esta vez sí, la última vez que se acerque a cantar a Galicia.