El excitante fruto de un oportuno encuentro musical

TEXTO: CARLOS CRESPO

FUGAS

MARCOS MÍGUEZ

Qué bonito que lo hiciste. El coruñés firma y presenta un certero disco en el que envuelve la esencia del rock en el renovado celofán de la tradición latinoamericana

05 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Sí, claro que muchos otros lo hicieron antes. ¿Y qué? Desde Radio Futura a Xoel, Bunbury o Depedro, por citar algunos de los más relevantes. Todos aunaron con tino la herencia que en tierras ibéricas ha dejado el rock anglosajón con aquella otra que nos llega de la tradición musical latinoamericana. A ellos se suma ahora por derecho propio Pardo gracias a la colección de canciones que componen su nuevo disco Libélula. Un trabajo en el que el rock y el pop flirtean en acertado cambalache con la cumbia, el bolero o el son cubano.

Poner la mirada en el quehacer musical del otro lado del charco ha pasado de ser una excentricidad a convertirse en marchamo de modernidad. «Durante mucho tiempo no les hemos prestado atención porque estábamos subyugados por el hermano del norte pero la música latinoamericana ha sido y sigue siendo tremendamente rica», comenta el músico coruñés. Conviene no obstante recordar que pese a las incuestionables referencias sonoras de aquellas latitudes, con una incontestable versión del Vete de mí incluida, Libélula es un disco de esencia roquera desde el minuto uno. Desde Golpeado por primera vez, el desnudo tema que abre el disco con un áspero riff al que pronto se suma la no menos áspera voz de Néstor Pardo, evocando al mejor Calamaro o a los años dorados de Carlos Tarque, dos referencias que sobrevuelan, seguramente de forma involuntaria, varios pasajes de este trabajo. Otra novedad, y al tiempo estimulante aportación de Libélula, es la vertiente jodona que Pardo incorpora a algunas de sus letras. Así, por ejemplo, en la brillante Un gran plan se despacha con sublime sarcasmo frente a la falta de humildad de la que hacen gala algunos colegas de profesión. «Me apetecía ser un poco más irónico y darle un toque de humor a algunas canciones, sin llegar por supuesto a la ofensa e incluyendo un poco de autocrítica», señala. Y en ese alarde de ironía llegan a tener cabida en la misma estrofa Moisés, Buda y Amancio (Ortega). Se ríe y lo explica. «Por gracia o por desgracia aquí es un semidiós para mucha gente, otro de esos grandes genios triunfadores que alumbran mi camino». Pardo ofrece esta noche el segundo concierto de presentación de Libélula. Y lo hace en formato trío, acompañado de Alejandro González (piano y bajo) y Martín González (percusión y sintetizador).

HOY, 22.00. A CORUÑA. MARDI GRAS. ENTRADAS 8 EUROS