Afloraron los fantasmas pero el donostiarra no se vino abajo y salió reforzado del envite. ¿El resultado? Un disco nuevo y la sensación de estar en su mejor momento. Actúa hoy viernes (20.00) en Nigrán.
18 ago 2017 . Actualizado a las 09:27 h.Huir hacia adelante. Es lo que ha hecho Mikel Erentxun cuando acecharon las dudas y los miedos. De su traspiés coronario de hace cuatro años nació un disco, Corazones. De su traspiés emocional del 2016 ha nacido otro, El hombre sin sombra, reflejo de un artista maduro que huye de recrearse en el revival hasta el punto de considerarse a sí mismo una especie en peligro de extinción.
-Hay que ser muy valiente para realizar un estriptís emocional como el que suponen las canciones de este disco...
-No sé si es una cuestión de valentía. Es un disco que habla de mí y eso le añade un punto de carga emocional importante. Me parece una manera muy honesta de hacer música, y a mí casi me sirve de terapia. Desde luego es un álbum impensable en cualquier otro momento de mi carrera. Me han hecho falta 20 años y vivir las vivencias que he vivido para ser capaz de hacer un disco así.
-Una de las sorpresas del disco es la participación de Maika Makovski.
-Sí, ha sido un gran acierto. Empezó casi como una anécdota porque quería un timbre femenino en algunos temas y acabó por convertirse casi en el carácter definitivo del disco. Hasta el punto de que he tenido que meter a una cantante en directo porque se me hacía muy raro no tener ese contrapunto femenino.
-¿No ha tenido también algo de guiño o de acercamiento al indie?
-No es un guiño voluntario, pero sí que advierto que últimamente hay ciertos movimientos en mi carrera que me están acercando al mundo indie. La prueba es ahora que sueno en Radio 3 o que me llaman de festivales como el Sonorama. No sé si se trata de un acercamiento mío o de que las fronteras entre el indie y el mainstream se están diluyendo. En cualquier caso estoy recibiendo unas muestras de afecto y de respeto por parte de los músicos de esta nueva generación que no me esperaba y que me satisfacen mucho.
-Sin embargo se escuchan no pocas voces que aseguran que los 80 están idealizados, que no fue para tanto.
-A nivel global no creo que fueran una década comparable a los 70. Pero en España fueron muy importantes porque fueron el comienzo de casi todo. Eso unido a que hay un revival ochentero hace que grupos de aquella época sigan tocando con mucho éxito por España.
-A pesar de que algunos de ellos no hayan grabado una canción nueva prácticamente desde entonces.
-No es mi caso. A mí no me gusta vivir de revivals ni de la nostalgia. He vivido los 80 pero también los 90 y los 2000. He grabado 26 discos y he luchado mucho para que se hable de eso y no de que estuve en los 80. Y creo que ahora hago cosas mucho mejores que entonces.
-¿Crees que dentro de 30 años se recordará algo de la música que se está haciendo ahora mismo?
-No, sinceramente no. Todo lo que hacemos desde hace mucho tiempo son refritos de lo que ya está hecho. Los años dorados del rock fueron entre el 65 y el 75 y de ahí es de donde me nutro. Del punk en adelante musicalmente a mí no me ha interesado nada.
-Un clásico para acabar. ¿Volveremos a ver a Duncan Dhu?
-Sí, seguro. Desde que volvimos con El Duelo, en el 2014, Duncan Dhu vuelva a ser una cosa viva. Se mantiene en un segundo plano, pero está ahí. Y sí, sí que hay idea tanto de disco como de gira, pero a medio plazo.