Izal: «Una banda heavy es más independiente que nosotros, porque lo tiene más difícil»

Javier Becerra
Javier Becerra A CORUÑA

FUGAS

cedida

La banda de pop actúa el sábado 11, a las 21.30 horas en el Coliseo de A Coruña, para presentar «Copacabana»

10 feb 2017 . Actualizado a las 16:48 h.

Que Izal han crecido lo deja patente que elijan un recinto como el Coliseo (sábado 11, 21.30 horas, 20/26 euros) para su concierto. «Lo necesitamos para el espectáculo que llevamos. Es un montaje bastante grande y tenemos que instalarlo en los sitios en los que lo podamos desplegar al 100 %», explica Emanuel Pérez Gato, bajista.

-Presentan «Copacabana», un disco que sorprende desde la propia portada. El tema homónimo tiene mensajes que parecen reflejar un modo de vida. ¿Es así?

-Intentamos no descifrar mucho las letras. Mikel las hace y dice que lo mejor es que cada uno las interprete a su manera. Pero sí que es cierto que muchas veces en ellas se refleja la forma de pensar y en esa canción se nota. En cuando a la portada, siempre nos gustó la ambigüedad de Copacabana. Te lleva tanto tanto a una playa de Río como a un garito lúgubre de carretera con esos neones. La estética del disco y del videoclip plasma eso. Es la primera vez que lo hemos podido aunar todo estéticamente.

-Tiene una mezcla de épica y energía muy Izal. ¿Sienten como si se vaciasen cuando las tocan en directo?

-Sí, creemos que cualquier artista que no tenga esa sensación que acabas de describir, de vaciarse, de mostrarse y sentir lo que está haciendo, es que algo no va bien. ¿Épica? No sé si es la palabra. Épica la hace la gente al cantarla. Nosotros la sentimos mucho. En el local usamos la expresión «que nos ponga algo». Entonces, al hacer un arreglo, un interludio o lo que sea, nos tiene que gustar, nos tiene que hacer sentir algo, nos tiene que poner. Si no, las cosas no van bien.

-Forman parte de ese «indie» que le ha metido el codo a la música comercial tradicional en España. ¿Estamos ante un momento de inflexión?

-Lo que está claro que está pasando, y creo que será un punto de inflexión, es que está cambiando la industria musical. La música comercial que dices es la que los grandes medios han publicitado, usando sus infraestructuras y estando siempre en primera línea. Desde hace unos años eso ha cambiado. Han surgido bandas que, a través de las redes sociales e Internet, se dan a conocer de un modo totalmente democrático. Sin el gran apoyo de una gran discográfica, logran surgir a pesar de todo. Grupos como Dorian o Love Of lesbian llevan muchos años trabajando de esta forma. Hoy en día hay quien dice que dejan de ser indies porque firman con Warner. Realmente no es eso. El ser indie es surgir de algo que no cuenta con todo el apoyo comercial, que es independiente y surge de una forma undergound. Este es un momento histórico, no solo en la música, sino en el arte y el comercio.

-¿Cómo se crece así?

-Nosotros hemos crecido con el boca a boca. El boca a boca de hoy es el muro de Facebook, el compartir en Instagram, los likes, los seguidores.... Esto da posibilidades a muchas bandas y se ven muchas con estilos diferentes a los de toda la vida. Hay un abanico de posibilidades nuevas. No se refiere a nuestro estilo de pop-rock de bandas similares, como Love Of Lesbian, Supersubmarina o Lori Meyers, sino a la independencia de gestión. Un grupo heavy es mucho más independiente que nosotros, porque lo tiene mucho más difícil en su circuito para darse a conocer, porque no tiene un público tan generalista que el pop rock. Hay que mirarlo desde esa perspectiva. ¿Qué mejor que la música esta le dé un codazo a la de toda la vida y meterse en la escena grande?

-También estas bandas generalmente se preocupan por tocar bien. En el indie tradicional a veces se consideraba algo secundario e incluso prescindible a veces, resguardándose en el amateurismo y la actitud.

-Eso sigue existiendo. Hay grupos que optan por eso y está bien, porque ha dado lugar a grandes géneros. Yo creo, desde mi ignorancia, que algo así pasaba en el grunge. Nirvana, que tocaban muy bien, hacían como que tocaban mal, creo yo. Era la forma de darle ese toque. Creo que Kurt Cobain tocaba la guitarra mucho mejor de lo que lo hacía, pero era la dejadez, la estética. Es comprensible que a mucha gente le guste eso. Lo más importante para un músico es decir la verdad encima del escenario. Un playback es una ofensa a cualquier artista.

-Son contemporáneos de Two Door Cinema Club o Mumford & Sons, de los que beben. ¿Se ven ahí?

-Totalmente. Two Door Cinema Club es uno de nuestros grandes referencias. Igual que Phoenix. Somos coetáneos. No puedo quedarme al lado. No puedo estar siempre con Led Zeppelin o King Crimson, que me encantaban de pequeño.

-O Queen, que veo que son unos grandes fans.

 -Sí, todos hemos escuchado a Queen y tenemos muy presente su modo de entender la música. Todo al final son referencias. Uno no puede obviar la estética actual. Hay cosas que denotan que escuchamos a Two Door Cinema Club, aunque no hagamos el mismo sonido.

-Hablábamos del ascenso del grupo. ¿Sienten que aún se puede ir más arriba o ya están en la zona cómoda de estabilidad?

-Nosotros estamos encantados con la situación desde hace mucho tiempo. Unos escalones más abajo ya estábamos muy felices. Pero no, no vemos un techo. En esta gira hemos comprobado que el público está creciendo mucho. Además, tenemos un ojo puesto en Latinoamérica. Ya hemos estado en México y ahora iremos al Vive Latino, un festival muy grande. Creemos que hay muchas vías de trabajo nuevas. En absoluto vemos estancamiento ni techo. Hay muchas puertas por abrir. Más que crecer hacia arriba, es crecer en otros sitios. Vamos a hacer una gira en el cono sur, con Argentina y Chile, que me hace mucha ilusión porque he nacido allí.