LAS MÁSCARAS DEL HÉROE

JOSE LUIS LOSA LA CRÍTICA

FUGAS

11 nov 2016 . Actualizado a las 05:15 h.

Siento devoción por esos cineastas que han pasado medio siglo tras la cámara y, más allá del bien y del mal, se convierten en los más libérrimos creadores, desembridados de deuda alguna. Pienso en Marco Bellocchio o en Arturo Ripstein. No creo que Clint Eastwood pertenezca a esa estirpe. Su corpus fílmico está entreverado de películas de frío cálculo (El francotirador, la bochornosa Invictus) y de obras de encorajinado cimarrón, las que me entusiasman (Bird, Mystic River, Gran Torino).

Para conocer las dos almas de Eastwood siempre recomiendo leer la biografía escrita por Patrick McGilligan. Sully pertenece a la categoría de las piezas de cierto clasicismo geométrico pero irremediablemente distantes. Es verdad que el leit-motiv es una de las claves de bóveda de su filmografía ?el gran hombre ante la turba, el individualismo del héroe providencial frente a la corporación- pero de esa misma veta han salido rebeliones escritas a sangre y fuego -Un mundo perfecto, Million Dollar Baby- y también este Sully que es tibio planeo, faena desganada de un Eastwood que coquetea con el aleteo del Spielberg más acomodaticio. Ahí están Frank Marshall como coproductor, la elección de un actor solvente pero en los antípodas del universo Eastwood como Tom Hanks o la coda donde la ficción se fusiona con imágenes reales de los personajes de la odisea, que remiten a La lista de Schindler.

La fascinación que posee la mirada de este cineasta -en sus obras verdaderamente memorables- hacia el héroe oscuro, ambivalente, con su acracia irredenta o su turbio código de redenciones, no ameriza sino que se despanzurra en la bondadosa simpleza, rala de verdaderos vericuetos emotivos, de este aviador que pone en valor sus horas de vuelo en una decisión, en efecto, virtuosa. No le pido a Eastwood hipérboles dramáticas con pilotos ebrios como el Denzel Washington del tramposo film de Robert Zemeckis. Pero les invito a que revisen Los pasos del destino (Fate is The Hunter, 1958), muy poco recordada película de Ralph Nelson con Glenn Ford que aborda el mismo tema de Sully pero donde sí se manejaban con madurez y amargura, sin complacencias ni postizos, los dilemas del piloto ante la tragedia. Y las verdaderas máscaras del héroe.

SULLY

DIRECTOR

CLINT EASTWOOD

GUION

TODD KOMARNICH

Basada en un hecho real: el 15 de enero del 2009 un vuelo de US Airways «amerizó» en el río Hudson