Con «Pasados los setenta V», el sello Tusquets concluye la publicación del ciclo diarístico del escritor alemán Ernst Jünger, uno de los más fascinantes monumentos de la memoria del siglo XX. Un relato tan bello como imprescindible
04 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.«El acónito florece alrededor del cenador y bajo el haya roja; el jazmín de invierno está marchito. El croco apenas saca sus primeras puntas. En el estanque dos cisnes, fochas y muchos patos, los verderones pican en el árbol de la vida». Esta observación sobre los primeros síntomas de la primavera está extraída de la entrada de los diarios de Ernst Jünger fechada en Wilflingen el 17 de marzo de 1996. Faltaban apenas doce días para que el autor de Sobre los acantilados de mármol cumpliese los 101 años en plenas facultades. Con aquella entrada concluye el ciclo diarístico que se iniciaba con Radiaciones I y que componen siete volúmenes que son un permanente gozo para los sentidos y el intelecto. Es el relato de un siglo vibrante, oscuro, convulso, hermoso pese a las dolorosas tinieblas que hubo de atravesar y a las que Jünger no fue ajeno durante un tiempo con la ambigüedad de su posición ante el nazismo. Uno puede discutir la vigencia de algunas de sus novelas, sobre todo de las parábolas políticas, y de sus ensayos, pero debe rendirse ante la magnificencia de su memoria. Sus Radiaciones y Pasados los setenta, sus diarios de la Gran Guerra, e incluso su novelada Tempestades de acero, son un relato apasionante de todo un siglo, una narración que ya se antoja imprescindible. Lástima que sus diarios se hayan acabado. Son un auténtico tesoro.
Pasados los setenta V. Diarios (1991-1996). DIARIOS. Ernst Jünger. Traducción de Isabel Hernández. Colección Tiempo de Memoria. Tusquets Editores. 197 páginas. 22 euros