Enhorabuena. Está hecho un vejete de muy buen ver; es el Club Artístico de Ribadavia. La prestigiosa sociedad inmortalizada en la copla del maestro Brage: «E si pasa por diante donde está o Club / quedarán dicindo como te-lo-cú... erpo» etcétera. Entidad recreativa, cultural, lúdica, con aquellos bailes irrepetibles en su jardín, en donde se soñaron, ilusionaron, prefabricaron la mayoría de los ribadavienses nacidos en el siglo XX; en ellos, el Pepiño Xudío, se daba el gran lote, en los carnavales, disfrazado de mujer. Faro cultural de la villa; en sus salones se muñeron no pocas candidaturas políticas y, si Ribadavia está como está, no disparen, por favor, al pianista. Se han perdido muchas, muchísimas cosas en nuestra villa, pero si hay un no responsable, ese es el Club.
Las mujeres consiguieron el voto en 1992 y hoy, caso singular, lo presiden cuatro jabatas: Isabel, la presidenta, Chachi, Mª Avelina y Raquel. Se han puesto las pilas y están celebrando el centenario echando la casa por la ventana. Hoy homenajearán a los ex presidentes (Juanán, Jaime, Ferradás, Mato...) y tienen previstos un motón de actos más.
Dios nos libre que a Isabel y sus niñas se les ocurra dar el salto a la política: volverían a nacer niños y los hombres pasaríamos a ejercer labores de intendencia, cocina y plancha.