«Venía a ver a sus padres casi todos los días»

aida m. pereda BARACALDO / COLPISA

FIRMAS

09 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Nada hacía presagiar el trágico suceso. Los vecinos del número 12 de la calle La Bondad conocían «de toda la vida» al matrimonio, que llegó a este distrito obrero con su único hijo cuando construyeron el bloque, en 1967. «En la época en la que vinieron aquí, Iñaki tendría 3 o 4 años. Le hemos visto crecer y para nada podíamos esperarnos algo así», relataron. «Era un chico totalmente normal, jamás tuvo un perfil problemático», añadieron.

Policía Municipal en Bilbao, de 51 años, Iñaki tenía un hijo de unos 17. Vivía muy cerca de sus padres, en Juntas Generales, a solo unas calles. La última vez que fue visto con sus padres fue el pasado viernes, del brazo de Beni, su madre. «Venía prácticamente a diario a ver a sus padres. Estaba muy pendiente de ellos», señalaron las mismas fuentes. Eran mayores y por su edad requerían de múltiples cuidados y visitas al médico. Hace un par de años, la madre, de 80 años, sufrió un ictus y no podía hablar. Su marido, Antonio, de 79, que trabajó en la planta de Fagor de Basauri hasta que se prejubiló, se comunicaba con ella mediante señas y hacía los recados. Era muy frecuente verlos juntos de paseo.

En la calle, tras el cordón policial, había un gran número de personas expectantes, alborotadas por el gran despliegue de seguridad. Y eran muchos los vecinos que, asustados, se asomaban por las ventanas y balcones. La preocupación y el desconcierto eran palpables. «¿Qué ha ocurrido?» era la frase que saltaba de boca en boca. Entre ellos estaba un vecino que había conseguido salir del edificio. «Los conocíamos de vista, pero poco más. La policía me ha hecho preguntas para ver si podía ayudarlos en algo, pero no he oído nada raro», dijo este hombre, que vive pegado a la vivienda, en el quinto piso. A las seis, cuando fueron descubiertos los cuerpos, estaba echando una siesta y se despertó cuando escuchó a los bomberos entrar por la ventana de la vivienda, ante la imposibilidad de hacerlo por la puerta.

«Eran un matrimonio muy majo. Cuando vi a los bomberos me asusté porque pensé que había habido un incendio o les había dado algo, pero después me enteré de lo que había ocurrido», relataba una vecina, aún conmocionada. Al lugar acudieron a mostrar su apoyo el alcalde de Bilbao, Ibon Areso, el de Baracaldo, Alfonso García, y los concejales de Seguridad de Bilbao, Tomás de Hierro, y Baracaldo, Juan Carlos Justo.