Robots que «ordenan la mente», no solo en la ESO

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MARTINA MISER

Susana Oubiña, profesora de Tecnología, muestra a los más pequeños el potencial de esta disciplina

07 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

A Susana Oubiña Falcón le gusta su trabajo. De otro modo no se explica que, a mayores de su jornada laboral en el instituto Castro Alobre de Vilagarcía, busque hueco para seguir dando clase a los pequeños de tres y cuatro años de Infantil. Su especialidad es la Tecnología, una materia que, a su entender, debería estar mucho más potenciada en la enseñanza a todos los niveles -ahora mismo solo existe como asignatura en la ESO- y más mimada por la Administración. Entretanto, ella aporta su granito de arena y, robot en mano, va a los colegios donde la llaman para dar una clase de robótica.

La idea, en Cambados

La idea partió del colegio de Infantil de A Pastora (Cambados), donde las profesoras le plantearon la posibilidad y Susana no lo dudó. Allí se presentó, con el robot BeeBot de Lego, un pequeño artefacto amarillo que causó sensación. Después la llamaron de Nantes (Sanxenxo) y del colegio de Baión (Vilanova) donde hoy tiene prevista una segunda sesión. «Para mí es importante hacer esto, cuanta más formación haya, mejor, y la experiencia es una gozada», explica Susana Oubiña. «Se trata de cambiar la forma de enseñar. Se habla de que debemos educar para el siglo XXI y eso implica introducir modos de aprendizaje nuevos, atractivos y más eficaces». Se refiere a la robótica, al uso de unos artilugios que la mayoría asocian solo con el juego y el ciberespacio pero que, según esta profesora, tiene otras muchas aplicaciones, también para la enseñanza. «La robótica es interdisciplinar, colaborativa y toca las matemáticas, la lógica y la física. Fomenta el aprendizaje basado en problemas y proyectos». Y eso, abunda Susana Oubiña, es muy útil en la formación integral del alumno. «Bastante gente opina que la educación está reñida con el entretenimiento, y no es así. Con la robótica se aprende a construir y ordenar la mente, y a los alumnos les gusta». Los chavales de la ESO ya están familiarizados con estos bichitos tecnológicos, por imposición del plan de estudios, pero Susana opina que esta materia debería introducirse, también, en niveles inferiores como Primaria e Infantil. Los colegios que tienen un robot son contados; en el de A Pastora compraron dos y en el cole de Nantes, seis. Pero son la excepción. Y es que la Xunta, «aunque apuesta por ello, porque está habiendo jornadas para formar a la gente, no pone a disposición los materiales necesarios», que no son precisamente baratos. Un BeeBot cuesta alrededor de 80 euros y si te vas a un NXT, que se usa en el instituto, la cuantía se eleva a los 400 euros. Es, afirma la docente, dinero bien invertido si bien «hay robótica de Software libre más barata».

La Lomce no ayuda

Paradójicamente, esta corriente en favor de la tecnología no se ve amparada por la ley. La controvertida Lomce, lejos de potenciarla, la margina, dejándola como asignatura optativa, explica Oubiña. «Yo creo que se olvidan de la tecnología por desconocimiento. Para ellos la tecnología es el teléfono, la Tablet y la informática. En el ministerio no saben de qué va el tema, por eso hacen este estropicio». Pese al ministro Wert, algunos profesores siguen peleando con los robots, incluso fuera de horario. Esta cambadesa es la prueba.

Una profesora introduce la Tecnología en las aulas de los más pequeños