Pedalear contra la demencia

maría conde PONTEVEDRA / LA VOZ

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Un estudio que el jefe de Neurología del Chop, Manuel Seijo-Martínez, presentó en Filadelfia, demuestra que el ejercicio protege o atrasa demencias en personas mayores

07 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Hacer ejercicio aeróbico diario puede ser una medida para proteger o atrasar demencias, entre ellas el Alzhéimer, en las personas mayores. Esta es la principal conclusión del estudio conjunto que acaban de presentar en Estados Unidos el Complejo Hospitalario Universitario de Pontevedra y la Facultade de Ciencias do Deporte de la Universidade de Vigo, un trabajo que fue seleccionado como comunicación meritoria en el 66 Congreso de la Academia Americana de Neurología que acaba de celebrarse en Filadelfia. Se trata del foro de mayor relevancia mundial en la especialidad y que reúne a miles de neurólogos de todo el mundo.

En este estudio, realizado por el jefe del Servizo de Neuroloxía del Complexo Hospitalario, Manuel Seijo-Martínez, y los profesores José María Cancela y Carlos Ayán, de la citada facultad, participaron 39 personas de ambos sexos, entre 60 y 83 años y sin ningún tipo de demencia, usuarios de centros geriátricos. Durante 15 meses, un grupo realizó ejercicio continuado en bicicleta durante 15 minutos al día como mínimo. El otro grupo, ninguno.

Mientras que los individuos que hicieron ejercicio no solo se estabilizaron, sino que mejoraron sus parámetros de capacidad intelectual y agilidad mental, los que no se ejercitaron fueron empeorando progresivamente. «Este estudio -afirma Seijo-Martínez- tiene mucha relevancia. La diferencia fue muy importante entre los usuarios tratados y no tratados, tanto en el aspecto intelectual como agilidad mental, en que los primeros mejoraron mucho. En cambio, en memoria en sí, no cambiaron mucho. La conclusión es que la práctica de ejercicio aeróbico continuado y diario parece que tiene un efecto neuroprotector sobre el estado intelectual y la velocidad psicomotora de la persona».

El facultativo subrayó que la demencia «impacta sobre el individuo y la sociedad y las medicinas tienen una utilidad limitada; todo lo que es intentar evitar y mejorar las condiciones y retrasar el inicio de la demencia es una garantía tremenda». En este sentido, añade que cualquier medida que pudiese atrasar la enfermedad 5 años, por ejemplo, «el impacto sobre la sociedad en general sería tremendo». Seijo-Martínez se mostró sorprendido del impacto que el estudio, que presentó oralmente, tuvo en el citado congreso y su difusión. Ahora, prepara con los citados profesores nuevas investigaciones en la misma línea «con marcadores analíticos, genéticos y de imagen cerebral, y comparar los tratados y los no tratados para ver si tenemos nuevos datos para guiarnos»