Luisito encaja mal lo de perder, pero no podía eludir ayer una valoración positiva sobre el juego de su equipo: «Estuvimos a muy buen nivel contra un muy buen rival y, por lo menos, volvimos a tener las sensaciones de principio de liga. Se demostró una vez más que cuando el campo nos permite jugar hacemos buenos partidos. Lo empatamos por un error defensivo, pero también es cierto que tuvimos el 3-1 y el 4-1 y no fuimos capaces de marcar».
Se explayó además en esa reflexión, destacando la buena actuación del guardameta visitante Rafa Ponzo. Sobre el rumbo del encuentro tras el descanso, explicó: «En la segunda mitad llegaron dos veces y nos metieron el empate, pero al equipo no se le puede reprochar nada porque por momentos la gente disfrutó; volvimos a ser el equipo de antes, el balón circuló muy rápido y hubo futbolistas que estuvieron a un altísimo nivel».
El entrenador ourensanista también habló sobre dos circunstancias clave del partido, la primera el cambio de Óscar Martínez, tras su lesión al final del primer período, ya que «tenía el tobillo muy mal en el descanso y le volvieron a dar el golpe en el mismo sitio; opté por cambiarlo porque me decía que no sentía el tobillo, al acabar estaba algo mejor y a ver cómo está para jugar el jueves en la Final de la Copa Federación».
Otro de los lances lesivos para los ourensanos fue la expulsión de Iker Alegre, que también se perderá el próximo compromiso liguero en Avilés, como un Capi que vio la quinta amarilla. Sobre el gijonés, Luisito afirmó: «El árbitro se equivoca estrepitosamente porque la primera fue por protestar y en la segunda no le tocó al otro jugador. Le cogió la matrícula y, automáticamente, le enseñó la segunda tarjeta. Es un error del jugador, pero está a 200 pulsaciones y muchas veces no controla, pero el árbitro tiene que controlar esas cosas». Otra baja sensible para el mermado conjunto rojilllo.