El alcalde de bastón y pala

Pablo Penedo Vázquez
pablo penedo VILAGARCÍA / LA VOZ

FIRMAS

MARTINA MISER

El regidor de Cambados vuelve a competir con el club de piragüismo de su juventud. Le ayuda a ganar ligas, y él halla «desafogo» lejos del consistorio

22 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Más de 200 piragüistas se citan mañana en Cambados en la segunda prueba de la Liga Gallega de Kayak de Mar. Y a su salida, a las 11.30, acudirá puntual el alcalde de la localidad. Con el traje y la corbata perfectamente planchados en el armario de su hogar. A Luis Aragunde (10 de julio de 1971) le tocará mojarse. Pero no en busca del favor de un electorado que en poco más de un año examinará su gestión en las urnas. El sudor del regidor empapará la elástica del Piragüismo Cambados. El equipo de su juventud. Y desde hace tres años, también el de veterano fornido. Pala en mano por bastón de mando. Todo por volver a ayudar a su club por cuarto año consecutivo a conquistar el título autonómico. A cambio, Aragunde halla cómo «osixenar a mente, desafogar un pouco» cuando sus siete días a la semana de agenda municipal le dejan un hueco un sábado o un domingo.

«Non me gusta dicir que son deportista, practico deporte». Luis Aragunde sabe que dista mucho de ser aquel adolescente inquieto y «moi en forma», que igual corría carreras populares dejando clavado al alcalde de la vecina A Illa de Arousa, Manuel Vázquez, en un glorioso esprint final en la Praza de Fefiñáns, que le pegaba al balón en la punta de ataque del Ribadumia. Años de juventud en los que sobre todo disfrutaba del placer de remar en canoa junto a su pandilla de amigos con el club de piragüismo de su pueblo.

No fue nunca el regidor lo que se dice un campeón en el agua. «De cadete e de xuvenil case sempre facía podio, pero o club estaba no que daquela era a Segunda División Galega». Desde su vuelta suma media docena de medallas en K-2 Veterano de kayak de mar. Ninguna del color del oro. Porque la competencia es dura, dispone de poco tiempo, «e son de bo comer», confiesa Aragunde. Ni echando tres horas a la semana en el gimnasio del club.

Hacía casi dos décadas de su adiós al piragüismo por guion laboral, hasta que hace tres años el Concello cambadés montó un servicio turístico en kayak con un programa de la UE, y Aragunde volvió al agua en el paseo promocional. Esa semana se encontró con un par de viejos amigos, y reunieron de nuevo a la pandilla para empezar a salir los sábados en kayaks de mar por la ría. «Facemos rutas de 10 a 20 quilómetros, rodeando A Illa ou A Toxa, ou cando chove río Umia arriba». A él le gusta más «que haxa vento, que rompa a onda e o mar che dea na cara». En la ría de Arousa, «unha experiencia espectacular».

Cuando vio que sus ex pupilos desempolvaban sus palas, el presidente del P. Cambados los convenció para que volvieran a remar para el club -Aragunde lo hace cuando se lo permite su cargo-. Los puntos de los veteranos acabaron de impulsar al equipo al trono gallego. El alcalde, del que sus compañeros dicen que siempre quiere ganar, se queda sin embargo con el compañerismo y su efímera huida del mundanal ruido político.