Reinventarse o cerrar

Ana Lorenzo Fernández
ANA LORENZO A CORUÑA / LA VOZ

FIRMAS

Los centros comerciales buscan alternativas de ocio o administrativas

25 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Dolce Vita será el primer gran centro comercial de la ciudad que cerrará sus puertas definitivamente el próximo 31 de enero, una salida a la que se han visto abocados sus propietarios por la crisis económica y la excesiva competencia que hay en A Coruña en este tipo de superficies, según la versión ofrecida por el grupo Chamartín. Pero el complejo de la Grela no fue el primero que comenzó a notar los zarpazos de tener que luchar contra otros complejos comerciales de mayor envergadura. Mucho antes ya lo hicieron otros, aunque en su caso han sabido reinventarse para poder salir a flote.

Elviña

Salvado por la Xunta. En el año 2005 nacía en el barrio de Elviña un complejo comercial, que entre sus principales atractivos incluía el mercado municipal, además de un gran supermercado en la planta baja y un restaurante asiático en la alta. Había más de veinte locales comerciales, cuya ocupación apenas superó el 50 % en los primeros años de vida. El despegue de la superficie comercial nunca llegó, y más bien tuvo que soportar un aterrizaje de emergencia con la marcha a cuentagotas de varias firmas pequeñas, y también grandes: PC City, Adolfo Domínguez, Movistar, Vodafone, José Luis Joyerías... Sin embargo, la Xunta llegó a tiempo para salvar al centro y tirarle un flotador, instalando en la primera planta del complejo toda su delegación de la Consellería de Traballo e Benestar. Otro suspiro que le ha llegado en este último año ha venido de la mano del gimnasio McFit, que ocupa gran parte de la planta baja.

bulevar del papagayo

Vivo a duras penas. El mismo año que abría sus puertas Dolce Vita (en el 2008), también venía al mundo el Bulevar del Papagayo, un centro comercial que nacía con grandes expectativas por su ubicación en el centro de la ciudad, pero que nunca llegó a triunfar. Con más de 30 locales comerciales, apenas llegó a tener ocupados cinco o seis en sus mejores tiempos. La puesta en marcha de un supermercado Mercadona contribuyó a reflotar el complejo, que en pocos meses albergará el nuevo vivero de empresas municipal, que ocupará gran parte de la superficie comercial vacía.

los cantones village

Más bares que comercios. La otra gran superficie comercial del centro urbano coruñés es Los Cantones Village, antes del 2010 conocido como El Puerto Centro de Ocio, un complejo que nació en el año 2005 y que en más de una vez se ha dudado de su continuidad, sobre todo porque nunca contó con el respaldo de grandes grupos de moda (véase el imperio Inditex, Mango,...), que sí se instalaron en otros centros comerciales. Además de las salas de cine, otro de los alicientes de Los Cantones Village ha sido su gran oferta hostelera, que en los últimos años se ha incrementado notablemente con varios pubs que se han instalado en la planta superior, y que se han convertido en el mejor reclamo de la noche coruñesa. El resultado: una nueva alternativa de ocio que ha conseguido mejorar la llegada de usuarios.

comcor

Muebles y menaje. La especialización del centro Comcor en el sector del mueble, el menaje y el bricolaje ha sido lo que le ha permitido sobreponerse, desde el año 2003, a la llegada de más centros comerciales. De hecho, incluso tuvo que ampliar sus instalaciones hace para acoger al gran número de firmas que querían ocupar los locales de este complejo de la Grela. Aunque la crisis también ha hecho mella en él, puede presumir de tener ocupada la gran parte de su superficie comercial.

carrefour y alcampo

El reclamo de un gran hipermercado. En 1985 se levantaban en Palavea y Lavedra los supermercados Alcampo y Carrefour (antes Continente), unas instalaciones que se convertirían en los hermanos pequeños de los futuros centros comerciales. De hecho, ambas superficies disponen de más de una veintena de locales a su alrededor, que están prácticamente ocupados en su totalidad; y que, con algún que otro cambio y reforma, han conseguido soportar la gran competencia que se ha creado en estos treinta años, y que ha acabado con Dolce Vita.