«El sueño de la olimpiada nunca se desvanece, pero se aleja»

MANUEL DIESTE / j.?r. RIBEIRA / LA VOZ

FIRMAS

MARCOS CREO

El boirense entrena también a los jóvenes en su actual club en el País Vasco

06 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Rufino Regueira Suárez NADADOR

Primero fue profeta en su tierra y ahora lo es fuera. Rufino Regueira Suárez (Boiro, 1990) compite ahora con el Club Natación Bidasoa después de su paso por el centro de alto rendimiento de la ciudad francesa de Toulouse. En el País Vasco compagina los entrenamientos con la formación de las promesas de su actual casa deportiva. Estos días ha regresado a su otro hogar, el de siempre: Barbanza.

-¿Cómo enfoca su vida deportiva en Irún?

-Deportivamente hablando más relajado. Estoy preparando la Copa de España por clubes como objetivo personal y para mantener la forma practico waterpolo.

-¿Está saturado de la natación?

-Cuesta mucho mantenerse al mismo nivel de exigencia y de sacrificio a medida que uno crece. Por eso intento desconectar un poco de vez en cuando para regresar con las pilas cargadas.

-¿Cuáles son sus objetivos para este año?

-Obtener buenos resultados a nivel personal y de club, además de volver a tener las ganas suficientes para competir al máximo nivel lo antes posible. Engancharme de nuevo al gusto por el entrenamiento.

-¿Qué le ha pedido a los magos de Oriente deportivamente hablando?

-Una plaza entre los tres primeros en la Copa de España de clubes. También que mis alumnos sigan teniendo las mismas ganas de entrenar, o incluso más.

-¿A su edad cree que está llegando a la madurez deportiva?

-Supuestamente sí, aunque estos años son los más duros para alcanzar el máximo nivel, pero a la vez son difíciles psicológica y físicamente hablando. Esto también hace madurar, aprender a controlar el cuerpo y la mente.

-¿Le gusta más competir o entrenar?

-Competir, sin duda, aunque cuanto más lo voy dejando me doy cuenta de que llego sin preparar a esta cita.

-¿Esta haciendo los primeros pinitos en el waterpolo?

-El entrenamiento diario me permite mantenerme bien físicamente, ya que es un deporte duro. Realizamos sesiones igual que en el fútbol con entrenamientos físicos y tácticos.

-¿Cómo se vive la natación en Irún?

-Como aquí, pero con más afición. Digamos que los vascos saben vender mejor los deportes minoritarios.

-¿Tiene abandonada la practica de la natación en aguas abiertas?

-Completamente. Cuando me decidí a probarlo fue solamente por eso, por experimentar . Las travesías de verano eran simplemente lúdicas, pero competí al máximo en todas las que participé.

-¿Resulta difícil trabajar con gente joven?

-Claro, sobre todo si no tienes experiencia, pero al mismo tiempo es divertido, ya que tanto aprendo yo como ellos. No son difíciles de llevar, pero a la juventud ahora le gusta ahora más practicar que entrenar. Esa mentalidad intento corregirla e inculcarles la competitividad que me enseñó mi primer entrenador, Juan Carlos Brión.

-¿A usted le cambió mucho la vida al dejar su Abanqueiro natal?

-Sí, sobre todo lo que notas es que ganas madurez, principalmente en Francia tuve que aprender a vivir solo, con otro idioma y adaptarme a una sociedad distinta: mucho más en el país galo que en Euskadi.

-¿Cómo es un día de entrenamiento en el Bidasoa?

-Trabajo de monitor y socorrista por las tardes. Al acabar la jornada realizo los entrenamientos diarios de waterpolo, donde combinamos ejercicios de natación y gimnasio.

-¿Qué conclusión sacó de su paso por el centro centro de tecnificación francés?

-Primero, que hay métodos de entrenamiento muy diferentes y buenos, tan intensos como aeróbicos, pero sin caer en la monotonía. Nunca repetían un entrenamiento igual.

-¿El sueño de la Olimpiada se desvaneció?

-Nunca se desvanece, bien es cierto que cada día se aleja un poco más. Además, soy consciente de que sin trabajo y sacrificio no hay gloria.