«Yo contribuí a la capitalidad»

xosé manuel cambeiro SANTIAGO / LA VOZ

FIRMAS

SANDRA ALONSO

Le encanta tumbarse en la plaza do Obradoiro para relajarse

04 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

José Manuel Couceiro Taboada

Profesión

Médico y ex diputado de UCD en Madrid

Rincón

La plaza do Obradoiro porque en su entorno han sucedido muchos eventos destacados que conciernen a mi trayectoria vital en las distintas vertientes personal, familiar, política y deportiva

La trayectoria de Couceiro ha girado tanto en torno a la plaza do Obradoiro que su rincón no tiene duda. Ahí estudió, ahí vio por primera vez a Franco, ahí vio a Cary Grant, ahí estuvo con el Rey y ahí contribuyó a gestar la preautonomía de Galicia. Fue este último un paso trascendental en su vida y en la vida de Galicia, con el Hostal como marco. «Gracias a Perfecto Yebra y a mí se estableció la capital de Galicia en Santiago», dice. Ambos eran diputados en Madrid por UCD.

En medio de las discusiones sobre la preautonomía, y sin nada como base para agarrarse, Couceiro acordó con Yebra confeccionar los sobres con el membrete Asamblea de Parlamentarios. Xunta de Galicia. Pazo de Raxoi. Santiago. Todos los parlamentarios recibieron las misivas y Compostela fue asociada con la capital gallega «aunque Meilán nos tocaba las narices con sus bobadas».

La elección de Rosón como presidente hizo mover muchos hilos, y Couceiro sujetaba los suyos: «Yo quería a Cabanillas o a Suárez Núñez». Salió Rosón «pero no fue votado, sino que ganó con el silencio».

José Manuel llegó a Santiago en 1949 desde su Codeseda natal para estudiar medicina. Médico, cura o carpintero de funeraria eran las opciones y escogió asociarse con Asclepio. Se pagó la carrera desempeñando una decena de trabajos diferentes. Aún sin las notas del último examen, fue contratado por el director del Hospital Xeral.

Fueron momentos trepidantes en los que Couceiro llegó a ejercer simultáneamente de médico jefe del CIR de Figueirido, profesor universitario y médico en Cuenca: «Tenía que estar en tres sitios a la vez y rompí algún coche». Dejó Cuenca y montó en Santiago una consulta privada de medicina interna y deportiva: «En la deportiva fui pionero en Santiago». José Manuel siempre ha tenido el deporte en su cabeza, y fundamentalmente el baloncesto. Fue fundador del Obradoiro. Además, obtuvo el título de entrenador nacional.

Cuenta que en un relevante acto dedicado al baloncesto, que él promovió, le entregó dos balones a Quiroga Palacios. El prelado le dijo beatífico: «Couceiro, qué hermosas pelotas». Irónico o ingenuo don Fernando.

Sin huelgas

«Fui tres veces director del Hospital». Eran los años 70 y José Manuel ejercía bastante mando sanitario en plaza: «Tenía el mangoneo de un amplio territorio, de Ordes a Vilagarcía, de Cee a A Estrada». Pone el acento en un logro: «Nunca tuve una huelga». Y cuando se cernió esa amenaza movió hilos y tejió exitosas maniobras para abortar el conflicto.

Como inspector médico procuró rehuir los expedientes sancionadores a través de conversaciones «francas y directas» con los afectados. Era el «cuéntame para ver lo que hacemos» para buscar una solución: «El inspector no está para poner multas, sino para que la sanidad funcione. Tengo la conciencia tranquila».

La dichosa plaza do Obradoiro ha tenido otra virtud en su afanosa andadura: distender sus ímpetus y su frenético quehacer. A menudo se ha tumbado en el centro del monumental escenario panza arriba: «Cuando los peregrinos se tienden ahí es impresionante, ves las torres de la Catedral y todo limpio arriba. Es la mejor relajación del mundo».

compostelanos en su rincón jose manuel couceiro taboada