«Ahora miro mis 22 medallas olímpicas y no siento nada»

Pablo Gómez Cundíns
pablo gómez A CORUÑA / LA VOZ

FIRMAS

PACO RODRÍGUEZ

Puede que supere a Phelps en Río 2016, pero su hijo es lo prioritario

16 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Ayer, santa Teresa todo el día. Los empleados de Gas Natural Fenosa tuvieron la oportunidad de ver la luz en A Coruña de la mano de la persona que más medallas olímpicas acumula: Teresa Perales Fernández (Zaragoza, 1975). Empata, hasta Río 2016, con Michael Phelps. Veintidós preseas en natación. Todas tras haber perdido la movilidad en sus piernas debido a una enfermedad neurológica que sufrió en la adolescencia.

-Es fisioterapeuta, «coach» y conferenciante, pero sobre todo, está obligada a ser un ejemplo. ¿Demasiada presión?

-Es positiva. Es igual de injusto cuando me trataban de pobrecita, hace solo un año y medio o ahora que soy una heroína. La única diferencia son seis medallas más. Parece que la sociedad necesita un nombre. Quiero ayudar a los niños a enfrentarse a la vida. Quiero pensar que dejo un legado.

-¿Nunca pensó en abandonar?

-Preparando Londres. Muchas veces. No quería separarme de mi hijo. Fue difícil.

-¿Qué opina de herramientas como la discriminación positiva?

-Son necesarias en el momento actual. A una empresa le compense mucho contratar a un discapacitado. Pero confío más en la educación de base. Que los niños de hoy no se planteen mañana si alguien con discapacidad puede compartir clase, trabajo, estatus social.

-Proclama el positivismo: «Soy una apasionada de la vida». Lo fácil es decir «qué desgraciada soy». ¿La sociedad le sigue el ritmo?

-A las personas le cuesta cambiar, somos animales de costumbres. Por miedo a lo desconocido. La educación es importante. Creo que los niños de hoy cambiarán la sociedad.

-¿Galicia cumple en materia de discapacidad?

-No puedo profundizar. Pero la orografía dificulta que las personas con discapacidad tengamos más facilidades de convivencia. Llevar la accesibilidad a un lugar remoto donde no hay ningún tipo de recursos es más difícil. Y Galicia lo tiene más complicado.

-¿Organizar los Paralímpicos por separado contribuye a la discriminación o a la promoción?

-Aunque el espíritu es común, los Olímpicos y los Paralímpicos nacen en momentos diferentes. Los últimos, tras la guerra. Logísticamente sería complicado. Me da igual que se celebren por separado, pero quiero competiciones conjuntas. Para el aprendizaje mutuo.

-En los archivos de documentación, toda su biografía se reduce a su momento actual y al aspecto deportivo.

-Parece que no existía. No me conocían. Ya hacía deporte, kárate, pero no competía. Y no era nadadora. Incluso le tenía manía a la piscina. Después me di cuenta de que sabía nadar y que el agua me permitía desplazarme sin silla. Devuelve la libertad a mi cuerpo.

-Tras 22 medallas, ¿el momento imborrable?

-Mi hijo. Cada momento desde que me quedé embarazada. El deporte ya no es mi prioridad, sino él. Es la única motivación para que acuda a los Juegos de Río. Quiero que me vea, con uso de razón, ganar una medalla.

-Con cuatro participaciones en los Juegos, ¿el peor instante?

-Lejos del deporte. El fallecimiento de mi padre, cuando yo tenía 15 años. Se me cortó de raíz la edad del pavo.

-Ni mencionó la silla de ruedas.

-No puedo decir que es maravilloso ir en silla, pero no es comparable. Tampoco el deporte. Es puntual. Le di importancia cuando ganaba, para eso entrenaba. Pero ahora miro mis 22 medallas olímpicas y no siento nada. Prefiero algo más personal.

teresa perales deportista con más preseas en los juegos paralímpicos