La polémica sobre la falta de vuelos y la caída de pasajeros obvia el debate ambiental y el riesgo que para su futuro supondrá la llegada del AVE
23 jun 2013 . Actualizado a las 06:00 h.chequeo al medio ambiente el impacto de los aeropuertos
Hay jardines en los que resulta inevitable meterse, y el aeropuerto y sus circunstancias es uno de ellos. No es fácil con la que está cayendo aportar la dimensión ambiental del transporte aéreo en este debate donde lo subjetivo tiene tanto o más peso que lo racional. Lo cierto es que el transporte aéreo y sus infraestructuras asociadas tienen también su gran lado oscuro porque el avión es el medio de transporte con mayor impacto ambiental, que intentaremos resumir con Peinador como ejemplo de caso por si pudiera contribuir en algo al encendido debate de estos días.
Los indicadores de impacto ambiental de los aeropuertos son diversos, pero en primer lugar se analiza su ocupación del suelo, que en el caso de Peinador, con una pista de 2.400 metros de largo y 45 de ancho, y el perímetro delimitado de sus espacios de seguridad, no supone un grave impacto comparativo, y quizás por eso, por lo pequeñito, llevamos años planificando su ampliación general y en particular duplicar sus pistas, por si en algún momento se pudieran producir atascos.
Sin datos del ruido
El siguiente indicador ambiental del aeropuerto sería la contaminación acústica, que sufren cotidianamente quienes viven en sus proximidades y en las verticales de aproximación y despegue, pero carecemos de datos que aportar, porque, como se explica en el mapa de ruidos de Vigo, debido al que el movimiento de aeronaves en este aeropuerto es inferior al número definido por la Ley del Ruido y la Directiva europea para la obligatoriedad de realizar mapas de ruido estratégicos del mismo, no existe a la fecha un mapa de ruidos que responda a la realidad existente.
El principal impacto del transporte aéreo se traduce en su contribución al cambio climático, pues se trata del medio más contaminante por viajero y distancia recorrida. En el caso concreto del aeropuerto de Vigo, sumando el número de ciclos de aterrizajes y despegues, Peinador contribuye al cambio climático emitiendo 179.000 toneladas anuales de CO2 en tránsito de viajeros y 26.000 toneladas más en desplazamientos de carga. Quizás parezca poca cosa esta emisión añadida de gases de invernadero, que por algo lideramos a nivel gallego la producción de CO2.
Sobre la gestión ambiental en general, Peinador lleva unos cuantos años, sin prisas, trabajando para obtener la certificación medioambiental ISO 14001. Quizás estas crípticas siglas no aclaren gran cosa, pero por resumir digamos que se trata de la misma certificación que, previo pago, lucen algunas de las empresas e instalaciones más contaminantes de Galicia.
Cien millones
El impacto económico es sin duda lo más complejo, porque se podría deducir que Peinador languidece económicamente. Todo es relativo, pero si sumamos en los últimos años los 38 millones de euros del aparcamiento mausoleo, los 59 millones de la nueva terminal, las subvenciones de las distintas administraciones local y autonómica y estatal nos salen unos 100 millones de euros invertidos en un aeropuerto que desde 2007 mantiene una tendencia sostenida de pérdida de viajeros.
Y cuándo llegue el AVE
Pero si existe un dato pintoresco es el que tiene que ver con que la mitad de los viajes en avión que mueve el aeropuerto de Vigo tienen como destino Madrid, en ese límite de los 600 kilómetros en los que otros medios de transporte resultan más eficientes y competitivos. La gran pregunta sería? ¿qué sucederá cuando la otra gran infraestructura de transporte, el AVE, se lleve ese 50 % de actuales usuarios del aeropuerto? ¿Es consciente el Concello de que está reivindicando simultáneamente Peinador y a la vez el AVE, su mayor amenaza de supervivencia? Aeropuertos y AVE tienen algo en común, son insostenibles ambiental y económicamente.
En cualquier caso parece surrealista, también ecológicamente, que en una ciudad en la que miles de familias pasan hambre, y más que pasarán y decenas de miles de vigueses viven por debajo del umbral de la pobreza, el Concello solo se preocupe de arengar a las multitudes en defensa de bancos y aeropuerto. ¿De verdad esas son las prioridades?