La opinión de Felipe Suárez: ¡Que nos devuelvan nuestra cuna!

Felipe Suárez

FIRMAS

23 jun 2013 . Actualizado a las 06:58 h.

El nacimiento del fútbol en España nos reitera que gozamos de un privilegio, haber nacido en una tierra fértil, un filón de oro desaprovechado por la apatía o la carencia de talento. En dos ocasiones me propuse que se hiciera justicia con la herencia de nuestros antepasados. En la primera llegó a Vilagarcía un equipo de El día después de Canal+. Otro se fue a Huelva. Junto a un grupo de viejos gladiadores le mostramos la Cruz de Lobeira con la placa del naufragio, el Cementerio Naval Británico, documentos sobre la estancia de la Royal Navy, bibliografía, testimonios, el campo de A Lomba con la tribuna al más puro estilo inglés... hasta fueron a un partido del Arosa. En el reportaje,  los onubenses solo pudieron aportar el testimonio de personas de edad avanzada que contaban sus recuerdos, pero el estilo del programa hizo que el partido terminara en tablas.

Un triste día llegó Farruco alborozado con una fotocopia de El Eco Republicano de Compostela que le había entregado «un cantante», nadie se percató de que era una burda falsificación. Llamé a De la Morena y en El larguero reivindiqué, con documentos, que el fútbol había nacido en Vilagarcía en 1873. Unas horas tardó Salazar, el cronista oficial de la RFEF, en llamarme para pedirme datos, incluido el maldito Eco. Reconoció el verosímil alegato, pero en Huelva se movieron unidos y con rapidez. Villar inauguró la placa.

La guerra no está perdida, pero no se puede cometer el más mínimo error. Lo primero es discernir qué ingleses nos enseñaron a dar patadas a algo parecido a un balón; si los de la escuadra o los marineros de los barcos que cargaban los pontones de madera para después llevarlos a Minas de Riotinto. Luego puede crearse la Fundación Cuna del Fútbol en la Nación, integrada por las fuerzas vivas: Ayuntamiento, Cámara, Puerto, Mancomunidad, Diputación, Xunta? Manolo Diz tiene empatía con Villar, es otro punto.

Lograrlo no solo haría justicia, sino que podría ser muy rentable creando la Ruta del Fútbol que pasaría por las zonas donde estaban los primeros campos y un museo donde se expondrían antiguos balones, camisetas, botas y otras reliquias. Xiabre y Lobeira son testigos de excepción? ¡Que nos devuelvan nuestra cuna!