La auténtica bolsa de valores

FIRMAS

14 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Visto lo visto, hay dos Vigos: uno oficial y otro real. Está el que dicta la agenda política y está el de las cosas que pasan en la calle. En uno hay campañas de réplica y contrarréplica, a todas horas, sobre las subvenciones a compañías aéreas. En el otro Vigo hay, simplemente, ciudadanos que piden ayuda para llevarse a la boca algo que comer. Estos últimos viven ajenos a los vuelos internacionales que puedan operar en Peinador, Lavacolla o Alvedro. Ese no es su mundo. Y lo que sienten es que los poderes públicos no se ocupan de ellos. Tristemente, así es: las personas sin recursos no están entre las prioridades políticas.

En las calles vuelve a haber pobres vergonzantes. A miles. Cualquiera puede verlos si se molesta. Son parados de larga duración, ancianos con pensiones míseras, jóvenes que no tienen oportunidades, inmigrantes que las han perdido... Las 578 bolsas de comida que repartió ayer AFAN en el Vigo real, arañando ayudas del Vigo oficial, encierran más valores que todas las bolsas de cotización de mundo. Y provoca náuseas que les ataquen desde un despacho.