«Es más difícil hacer llorar al espectador que provocar su risa»

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

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El vigués Manuel Manquiña estuvo ayer en el Centro Cultural Novacaixagalicia.
El vigués Manuel Manquiña estuvo ayer en el Centro Cultural Novacaixagalicia. cristian álvarez< / span>

El Centro Dramático Galego presenta «Días sen gloria», de Vidal Bolaño

07 jun 2013 . Actualizado a las 06:00 h.

El Centro Cultural Novacaixagalicia recibirá el domingo el Centro Dramático Galego para representar Días sen gloria, de Roberto Vidal Bolaño. Fefa Noia dirige la obra, que será interpretada por Eva Souto, Borja Fernández, Felisa Segade, Sergio Zearreta y Manuel Manquiña.

-Hacía años que no trabajaba para el Centro Dramático Galego.

-Cuando me lo dijo Manuel Guede me resultó toda una agradable sorpresa. Días sen gloria es de las obras más bonitas de Roberto.

-Pero es una obra complicada.

-Sí. Tiene un guion muy cinematográfico, con algunas escenas breves y con constantes transiciones. En el cine es fácil de solucionar pero en el teatro no lo es. Fefe Noia lo solventó de una forma brillante, aunque para los actores, al principio, era difícil de entender el tránsito del tiempo.

-¿Y el personaje?

-Quizá es de los más complejos que me he encontrado, aunque también bonito. Tampoco voy a decir que me resultase difícil porque yo estoy en una edad similar a la del personaje y tenía información literaria de la época en la que transcurre. Yo conocí en vida a Roberto y sabía cuáles eran sus inquietudes y fijaciones, así que en algunos matices del personaje reconocí sus propias inquietudes. Tuve una aproximación al personaje con mucho cariño y, a veces, cuando iba leyendo también iba recordando momentos del propio Roberto.

-Vidal Bolaño interpretó este personaje. ¿Supone una dificultad añadida?

-No, al contrario. Cuando interpretas personajes de otros le das una dimensión distinta, siempre intentado comprender lo que pretendía decir el autor. Eso puede enriquecer la obra. Lo bueno de un autor no es que se represente a sí mismo sino que lo representen otros. Por ejemplo, a Roberto le costaba transmitir esos momentos de humor existentes en sus obras, y nosotros decidimos ponerlo al servicio del espectador.

-¿Afronta de forma distinta la preparación de un papel dramático que uno cómico?

-Contrariamente a lo que opinan muchos actores, yo creo que es más difícil hacer llorar al espectador que provocarle la risa. La gente tiene mayor predisposición a tirar de la comisura de los labios que a excitar el sentimiento del drama, que obliga a una impudicia mayor. Y para el actor también porque el drama implica que se desnude más el alma y el actor puede encontrar más problemas de pudor para mostrar sentimientos más profundos. No soy una excepción, sin embargo, soy lo bastante impúdico como para poder disfrutar, mostrando también estos sentimientos que yo considero imprescindible para superar la revalida ante los espectadores. Lo disfruto y podemos decir que llegamos a los espectadores a través del sufrimiento, la tristeza, etc.

-Usted estuvo con los pioneros del teatro gallego...

-No, yo soy el pionero. Las dos primeras compañías profesionales eran la de Roberto y Troula, la nuestra, que se constituyó legalmente unos días antes. Estoy hablando del año 1978, aunque ya llevábamos dos años formándola. Roberto estrenó Laudamuco seis días antes que nosotros.

manuel manquiña actor