En solo seis meses, desde su puesta en marcha en diciembre del 2012, la escuela de boxeo y kick boxing del ABP Sport ha incorporado a 42 alumnos deseosos de iniciarse en el mundo pugilístico. Su presidente, José Manuel Santiago, creó la Asociación de Boxeo de Pontevedra en el 2002, año en el que obtuvo el título de entrenador nacional de esta disciplina. Y desde entonces, pasó de ser su pasión a ser también su medio de vida.
Cada año, el club cuenta con cerca de dos centenares de licencias, y organiza media docena de veladas a las que asisten más de 500 espectadores. Pero, no contento con ello, decidió dar un paso más con la creación de la escuela en la calle Santa Clara, en la que imparte clases a niños desde los 4 a los 13 años.
Pese a tratarse de una modalidad de contacto, en estas edades los aprendices de púgil se centran en conocer la técnica de un deporte con varios milenios de historia, cuyo primer reglamento escrito conocido data del 1743. «Los más pequeños se inician con juegos y basándonos en la psicomotricidad y la pedagogía», explica José Manuel Santiago, que divide a los chicos en dos grupos en función de la edad.
La ausencia de contacto no limita las posibilidades de formación de los pequeños, que tienen ante sí la opción de decantarse por el boxeo, el kick boxing y el savate (boxeo francés). Y tampoco sus opciones de competir, como se demostró en el campeonato gallego de base que organizó el club la pasada campaña. «Empleamos la modalidad sombra, con tres pruebas: Cuerda, en la que los chicos deben saltar a a la comba en tandas de 1.30 minutos; Sombra, con combates sin oponente, en los que emplean los movimientos propios del boxeo; y Manoplas, en la que deben ejecutar los golpes que indica su entrenador», explica José Manuel.
A la vista de los resultados, el trabajo está dando sus frutos. Actualmente, el ABP Sport cuenta con cuatro campeones gallegos en sus filas: Álex Gabarre Silva (infantil), Germán Díaz y Abel Abdelkader (ambos cadetes, pero en distintos pesos), y Aarón The Thunder González, campeón en categoría élite en el peso superwélter.
Ahora, al club solo le queda acabar definitivamente con los prejuicios que todavía rodean al boxeo. Y José Manuel Santiago tiene claro como hacerlo. «En la base, el niño puede trabajar la técnica sin contacto. Por eso, quien lo ve in situ se convence. De hecho, cada vez tenemos más altas, y yo invito a todo el mundo a que lo pruebe».
Los más pequeños
se inician
en el boxeo sin contacto
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