La experta cree que la mala comunicación es la mayor fuente de problemas con los pacientes
25 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.«Nadie es más que nadie», repite Lorel Scott, haciendo referencia al título de un libro del expresidente cántabro Miguel Ángel Revilla. Esa es la base que debe existir en la comunicación entre el personal sanitario y los pacientes y la que reivindicó ayer en su ponencia en las jornadas de enfermería en el proceso quirúrgico, organizadas en el Hospital Meixoeiro.
-¿Cómo es la comunicación entre sanitarios y pacientes?
-Fatal. Es la mayor fuente de problemas en la relación médico-paciente, porque ven las cosas desde distintas perspectivas. El personal sanitario solo piensa en la técnica, en su reputación, no quieren que nadie crea que fallan. Los pacientes están confundidos y piensan en su dolor. Son como dos barcos cruzándose por la noche: no se ven.
-¿Cuál es el mayor problema?
-Veo poco respeto del médico al paciente. El paciente es servil, cree que el médico es un dios. A mí misma me han dicho que no puedo hacer preguntas. No se debe tratar a los médicos como a dioses.
-¿En qué se nota?
-Hay faltas muy básicas: un saludo normal, buscar el contacto ocular, cuando el paciente es el que saluda el médico no responde...
-En esta relación desigual, ¿tiene más responsabilidad el sanitario que el paciente?
-Sí, porque gana un sueldo. No pueden tratarte como un necio, un inútil, alguien no importante.
-¿Y cómo se resuelve?
-Con un cambio de actitud, de comportamiento, empleando otras palabras, mejorando la comunicación no verbal, con cortesía...
-Pero hay médicos que se quejan de que algunos pacientes no son respetuosos o que les dicen «Que te estoy pagando tu sueldo» para exigir.
-Hay un incremento en agresiones y conflictos en los centros de salud. Pero la persona con poder, con más jerarquía, que es el médico, siempre tiene más responsabilidad.
-¿Los médicos son conscientes?
-Es complicado, son una piña, se cubren las espaldas. El poder de arriba abajo hay que cambiarlo. ¿Quién sirve a quién? Nadie es más que nadie.
-¿Estos problemas de comunicación son solo una ausencia de cortesía o también faltan datos e información?
-También. Yo hablo de mi propia experiencia. Los médicos me han tratado como si fuera tonta. La información que te dan es insuficiente. ¿Por qué no dan los informes escritos?
-Un médico tiene una formación de diez años más su carrera profesional. Puede pensar que está más capacitado para tomar ciertas decisiones e interpretar ciertos datos o pruebas.
-Bien, pero que me lo explique. Yo, como paciente, tengo derecho a saber y a participar. Es mi vida.
-¿Qué causas de fondo provocan esto?
-La cultura. Y que los médicos tienen menos de diez minutos por paciente, les hablan rápido, en un argot de médicos. La comunicación debe ser eficaz: que la persona entienda el mensaje alto y claro. Se puede imprimir información para dársela al paciente.
LOREL SCOTT doctora en comunicación humana por la universidad de texas