«España tiene que recuperar su hora solar, que es la de Londres»

Nacho Mirás Fole

FIRMAS

Santi M. Amil

El organismo que preside pide que se rectifique el cambio hecho en 1942

31 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Pregunten a los viejos. Hasta 1942, lo normal en España era almorzar entre las 12.30 y las 13.30 y cenar a eso de las siete, como hacen en la mayor parte de Europa. ¿Y cuándo dejamos de hacerlo? Exactamente, el 2 de mayo de 1942, por una cuestión de logística bélica. El presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles, Ignacio Buqueras y Bach, dice que la medida «provisional», que ya dura 71 años, solo ha traído inconvenientes. Y que es el momento de rectificar. Por cierto, si no lo ha hecho, adelante el reloj una hora, no vaya a llegar tarde mañana.

-Y otra vez a cambiar la hora ...

-La comisión que represento ha pedido al Gobierno que no la efectúe, que sigamos con el horario de invierno para que España recupere la hora solar que tiene y que es la misma del meridiano de Greenwich.

-Pero no les han hecho caso...

-Dijeron que estaban estudiándolo. En su momento le recordamos a Rodríguez Zapatero que Franco hizo un cambio que pudo tener sentido en aquel momento, igual que los ingleses, portugueses e irlandeses. La hora se cambió durante la Segunda Guerra Mundial por la de Berlín por un tema de guerra. Cuando finalizó la contienda, esos países recuperaron su hora solar, por eso tienen una hora menos. Pero nosotros no lo hicimos: llevamos 71 años así.

-¿Seguirán insistiendo?

-Más pronto o más tarde habrá que hacerlo. Eso supondría cambiar hábitos y costumbres. Pero me preocupa un tema más profundo: España es uno de los países europeos en los que más horas pasamos en el trabajo. Tenemos una cultura del presentismo que es tercermundista. Seguro que usted o sus compañeros no se van del periódico hasta que lo hace el director. Son muchos, sobre todo ahora, en tiempos de crisis, los que prefieren no regresar a casa hasta que lo haga el jefe, aunque ya hayan terminado. No se puede valorar la cultura del presentismo en el siglo XXI.

-Seguro que seríamos más felices racionalizando...

-No tenga ninguna duda. Con todos mis respetos, eso no es serio, ni nos hace más productivos, ni facilita la conciliación de la vida laboral y perjudica, sobre todo, a las mujeres y a los niños. El español medio duerme 53 minutos menos que la media europea. La siniestralidad es más alta, también el estrés, la baja productividad, el absentismo, el fracaso escolar... ¿A usted le parece bien que en el siglo XXI hablemos de jornadas que acaban a las nueve, a las diez o a las once de la noche?

-A mí no, pero claro...

-Las empresas no reparan en que abrir sus centros más horas supone gastar energía, aire acondicionado, calefacción... Hay firmas que han dado pasos, como Iberdrola, con jornada de 7.30 a 15.30 con una flexibilidad de 29 minutos a la entrada y a la salida. También el Ayuntamiento de Madrid, que desde hace dos años cierra sus oficinas a las cinco de la tarde. Han reducido gastos y la gente está más satisfecha porque es más libre, más dueña de su tiempo.

-¿Deberíamos tener en Galicia la hora de Portugal como pidió alguna vez el BNG?

-Nosotros apoyamos al BNG en esa petición. Pero no solo Galicia, sino toda España. Lo que sería absurdo es tener horarios por comunidades, seríamos el hazmerreír de Europa. El horario solar de Galicia, que es el de Londres y no el de Berlín, tendría que aplicarse a toda España. El meridiano de Greenwich pasa por Castellón y es el que nos corresponde. Mire dónde está Berlín... Insisto: lo importante es crear nuevos hábitos en la ciudadanía. Hay que optimizar el tiempo en el trabajo y de ninguna manera se puede trabajar once horas al día. Ni usted ni yo somos máquinas.

nacho.miras@lavoz.es