«Políticos somos todos»

maría conde PONTEVEDRA / LA VOZ

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El párroco de Santa María es hermano de Corina Porro

01 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Su vocación, dice, era la docencia. Por eso Javier Porro (Ferrol, 1962) estudió Geografía e Historia y trabajó como profesor durante siete años en un colegio en Santiago. También hizo sus pinitos en la crítica de arte. Hasta la visita del Papa en 1989 y el encuentro mundial de la juventud en el Monte do Gozo. Su experiencia en aquella jornada le marcó y a los 30 años entró en el seminario para cambiar atril por púlpito. «Antes, nunca había querido ser cura». Ya ordenado sacerdote, estuvo nueve años en la delegación de Infancia y Juventud de la diócesis de Santiago, y a él también le tocó estar en la organización de otro encuentro juvenil, la Peregrinación y Encuentro de Jóvenes en Santiago en el 2010.

Desde hace tres meses, Porro está al frente de la parroquia de Santa María, junto al vicario Calixto Cobo. Está encantado con la acogida de la ciudad y de sus feligreses, aunque puede que muchos no sepan aún que su nuevo párroco es hermano de la ex alcaldesa de Vigo y ex conselleira de la Xunta, Corina Porro. Cuando se le pregunta si nunca sintió la llamada de la política, como su hermana, el sacerdote matiza: «Una cosa es la política y otra los partidos políticos; políticos somos todos, debemos serlo».

Añade que «cualquier persona, en un país como este, en un estado de derecho, debe ser una persona política; otra cosa es que sea apartidista. Desde que pones el pie en la calle, estás haciendo política porque estás en la cosa pública y todas las cosas públicas nos afectan». «Y el objetivo de un cristiano -apunta- es llevar a Dios a la cosa pública, no refugiarse en la sacristía, ya sea en la familia, la facultad, la asociación de vecinos... Si hubiera más cristianos en ciertos órganos de decisión económicos, políticos, etcétera, no se hubiera robado, no se hubiera codiciado los bienes ajenos, no se hubiera mentido... El problema es que hemos querido sacar a Dios de nuestra sociedad».

En todos sus destinos, asegura haber encontrado a gente «de todos los partidos implicada en temas de la iglesia; pensar que la iglesia está vinculada a un partido es simplificar tanto, es no conocer ni a los partidos ni a la iglesia...». «Los sacerdotes no pretendemos meternos en los ámbitos que no son nuestros, nos interesa lo que le interesa a Dios, que la gente sea feliz», afirma. Ahora mismo, le preocupa sobre todo el paro, y destaca el trabajo que está haciendo Cáritas en esta parroquia, atendiendo a medio centenar de familias. Y pese a lo que crean los malpensados, asegura que nunca ha sufrido ni un chascarrillo por ser cura con ese apellido.