En marzo aparecerá el primer estudio sobre las pinturas paleolíticas
17 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.La primera publicación dedicada a difundir el hallazgo de pinturas y grabados rupestres en Cova Eirós -las primeras muestras de arte paleolítico registradas en Galicia- verá la luz el próximo marzo, según las previsiones de los responsables de este proyecto de investigación en el que colaboran las universidades de Santiago y Tarragona. Este trabajo tendrá un carácter divulgativo y expondrá de forma sencilla los resultados preliminares de los estudios realizados en los últimos meses sobre estas manifestaciones artísticas, pero no podrá incluir las dataciones radiométricas con las que se determinará su antigüedad, ya que estos análisis no terminarán hasta dentro de varios meses.
Por el momento, los investigadores mantienen sus primeras estimaciones sobre la posible antigüedad de estas obras, basadas en el estudio de sus rasgos estilísticos y en la comparación con otras muestras de arte prehistórico que se supone corresponden a los mismos periodos culturales. Como ya se informó anteriormente, se cree que algunas de estas obras pueden encuadrarse en la cultura gravetiense -con una antigüedad aproximada de entre 25.000 y 20.000 años- mientras que otras pertenecerían al periodo magdaleniense y podrían tener entre 15.000 y 10.000 años. Los expertos les han notado ciertas similitudes con los grabados de Foz Côa -norte de Portugal- y con las pinturas de las cuevas de Palomera y Ojo Guareña -en Burgos-, entre otros lugares. «Las de Triacastela no son unas manifestaciones raras o extrañas en esos períodos y muestran paralelismos con las de otras zonas de la Península», apunta Arturo de Lombera, codirector de las excavaciones de Cova Eirós. Pero estas cronologías no podrán confirmarse mientras no estén disponibles los análisis que se llevan a cabo con el método del carbono 14.
Nuevos exámenes
Cuando la investigación se halle en un estado más avanzando y se cuente con dataciones seguras, los resultados serán difundidos en otra publicación dirigida de forma más específica a la comunidad científica. De Lombera señala por otro lado que aún será necesario realizar nuevas visitas a la cueva para examinar con más detalle las pinturas y grabados, ya que las figuras están en muchos casos superpuestas y no es fácil diferenciar unos motivos de otros. Los investigadores, además, no descartan la posibilidad de encontrar más muestras artísticas en otras partes de la cueva que aún no se han estudiado a fondo.