Con ruedas y a lo loco

nino soto PONTEVEDRA / LA VOZ

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El piloto José López Rivas pretende que el 2013 sea su año en el Dakar

19 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

José López Rivas escuchará las campanadas que dan paso al año nuevo en Galicia. Pero sin tiempo para más, el piloto embarcará en un vuelo con destino Lima, Perú. El país andino acoge la salida de la edición del Dakar 2013, lugar hacía donde viaja ya el vehículo de López Rivas, un lucense afincado desde hace muchos años en Sanxenxo.

«El objetivo es claro: intentar acabar el Dakar», precisa. Esta vez el piloto forma equipo con otros dos gallegos: Diego Vallejo, el copiloto, y Pablo Malvar, el mecánico. «Estamos más que preparados si la mecánica nos ayuda», añade.

Sobre el desierto del Atacama se pondrá toda la preparación y el trabajo realizado a lo largo del último año. El equipo gallego, el único de la prueba automovilística en T-2, parte el 1 de enero con el resto de la denominada expedición Jatón Racing, lo que le permite compartir camiones con pilotos de otros países durante el rali. Son los responsables de transportar recambios, ruedas, materiales y a los distintos mecánicos.

Los días 2, 3 y 4 de enero están reservados para las verificaciones técnicas y administrativas en el Village Dakar, ubicado en el barrio de La Magdalena.

José López Rivas pretende evitar los errores del año pasado y, de momento, corrigieron un problema en la centralita del coche debido a unos cables invertidos. «Es el último escollo antes de la carrera», detalla el piloto, que gestiona el área recreativa de karts París-Dakar de Sanxenxo.

Este año, la mecánica falló estrepitosamente a pesar de contar con uno de los mejores mecánicos de España. En la última edición, el equipo liderado por José López Rivas solo pudo finalizar la primera etapa del rali a raíz de la incompatibilidad del motor del Mitsubishi con la caja de cambios. Había una solución, pero estaba dos etapas más adelante. «Era imposible completar así otra etapa, pero teníamos una caja de cambios dos etapas más arriba», recuerda.

Esta vez, el piloto recorrerá los paisajes más espectaculares de Perú, Chile y Argentina al mando de un Toyota Landcruiser. Será uno de los aproximadamente 180 vehículos de que compitan en la categoría T-2. «Espero que seamos uno de los vehículos que acabe el Dakar», indica.

Más de 9.000 kilómetros

No es tarea fácil. La salida será el 5 de enero en Lima. Los coches que sobrevivan cruzarían la línea de meta en Santiago de Chile el día 20 de ese mismo mes para completar nueve mil kilómetros de recorrido, distribuidos en 15 etapas, con solo una de descanso. Los días de competición son interminables. Los pilotos están unas quince horas diarias al volante. «Aunque no es la primera vez que estamos 20 horas conduciendo», relata José López Rivas. «Todo depende de cómo se comporte el coche, y los tramos de dunas, desierto. Hay provincias que tenemos que cruzar que son solo arena».

El piloto resalta que el Dakar es cada vez más duro. «Este año, la primera sorpresa ocurre en la primera etapa», apunta, para detallar que es la primera vez en la historia de la prueba que «vas directamente a la arena, en este caso, a las dunas de Ica».

El aventurero embarcará así en su quinto Dakar y espera que su experiencia en las otras ediciones le sirva, esta vez sí, para completar la prueba, misión que a punto estuvo de alcanzar en 2010. «Las preparaciones mecánicas son complicadas -subraya-. Siempre fallan cosas. Siempre». ¿A la sexta será la vencida?