Javier Varela Hernani estudia en Estados Unidos la carrera de Ciencias Biomédicas con una beca deportiva para jugar al tenis
11 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Es de los españoles que han vivido la reelección de Obama en directo. Aunque reconoce que desde que pisó suelo americano apenas le queda tiempo libre para otra cosa que no sea lo que vino a hacer a Estados Unidos, cursar la carrera de Ciencias Biomédicas y practicar tenis. Hace dos meses que el pontevedrés Javier Varela Hernani cruzó el Atlántico para recalar en una de las ciudades que se encuentra a orillas del famoso Lago Michigan, Milwaukee, becado por la Marquette University. Una beca para la que tuvo que esforzarse al máximo nivel académico y deportivo, y que le tramitó durante casi un año un agente especializado.
Había recibido cartas de otras universidades, en Maryland, Nueva York, Virginia o California, pero finalmente se decantó por la de Milwaukee, en el estado de Wisconsin y a 150 kilómetros de Chicago. «Nada más poner un pie en Norteamérica -explica este joven de 18 años- te das cuenta de la importancia que tienen los deportes a todos los niveles, desde el instituto, pasando por la universidad y el deporte profesional».
El ritmo de vida como estudiante es agitado, «pero el de un deportista frenético y te deja pocas fuerzas y tiempo para otras cosas». Entrena todos los días con el equipo de la universidad. «Somos nueve chicos becados -añade-, y yo soy el más joven. Los demás tienen entre 19 y 21 años. Principalmente, decidí venir aquí para poder competir a un alto nivel de tenis mientras estudio una carrera, algo impensable en España».
En el aula, dice que el primer mes le costó un poco hacerse a las clases en inglés «pero ahora, rodado ya, mis notas más bajas son notables». «El nivel es más bajo, sobre todo el primer año -señala en comparación a España-. Lo que ocurre es que es un sistema distinto. Por ejemplo, el instituto aquí no es tan exigente como el Bachillerato español en cuanto a la cantidad de materia que hay que estudiar. Las carreras están estructuradas de otra forma, tienes asignaturas de cultura general a la vez que específicas de tu titulación (yo tengo teología e inglés, además de tres propias). A medida que pasan los cursos te vas especializando cada vez más».
Javier afirma que donde más ha notado el cambio al estilo de vida estadounidense es en la comida: «Llevo dos meses sin catar pescado -cuenta-. Ni rapante, ni calamares, ni merluza ni nada, y menos mal que hay un lago más grande que Portugal al lado... La comida rápida está a la orden del día, pero en las residencias de la universidad se sirve buena comida y si pones de tu parte no es difícil llevar una dieta sana (aunque también es cierto que es fácil despistarse)». A pesar del ajetreo, «siempre se encuentra un hueco para salir y pasarlo bien con los amigos». «Pero una cosa es cierta, la fiesta es mejor en España, sobre todo si tienes 18 años -advierte-. Como la mayoría de edad aquí son los 21 años, los menores no pueden entrar en los bares. El remedio consiste en hacer fiestas en casa. Cada fin de semana, miembros de algún equipo de la universidad organizan una fiesta en su casa, y allí vamos todos. Aunque es un estilo distinto, conoces a mucha gente y lo pasas muy bien, sobre todo si estás con los de tu propio equipo».
Señala que el campus «comprende un área importante y está considerada una de las perlas de la ciudad, con otros lugares emblemáticos como el Museo de Arte que diseñó Calatrava, el Lago Michigan, los jardines botánicos o el centro, donde hay cantidad de lugares para tomar algo». Es una urbe de casi un millón de habitantes, «aunque yo me muevo en una zona muy pequeña en comparación» e indica que la gente suele desplazarse en coche y bus, «aunque hay una cantidad desmesurada de motos Harley Davidson, es el sello de Milwaukee». Sobre todo, con lo que se queda es con la experiencia de estar conociendo «gente de todas partes, algo que me está aportando muchas cosas». Con el equipo universitario ha jugado ya algunos torneos y se ha estrenado en victorias. Solo está empezando...